Portada  |  20 enero 2022

Preocupación ante la posibilidad de que enfermeros padezcan el síndrome de "cabeza quemada"

Debido a los altos niveles de ausentismo, que rondan entre el 25 y el 30%, el personal sanitario debe redoblar esfuerzos. "Todos los días hacemos una especie de alquimia para ocupar los turnos", indicó Carlos Azoge, Presidente del Colegio de Enfermeros de Santa Fe.

Buen Santa Fe

En diálogo con Buen Santa Fe, Carlos Azoge, Presidente del Colegio de Enfermeros de Santa Fe, se refirió al gran desgaste que están experimentando desde el sector a partir del alto índice de positividad, el cual supera el 70%. En este sentido, manifestó su preocupación ante la gran cantidad de enfermeros que están optando por marcharse del país.

Azoge comenzó transmitiendo su preocupación "sobre todo por el alto índice de contagiosidad que hay entre el personal sanitario. Oscila entre el 25 y el 30%. Es muy parecido al que tiene la industria santafesina en cuanto a ausentismo: eso es lo preocupante. Todos los días hacemos una especie de alquimia para ocupar los turnos". 

En este sentido, puntualizó: "día a día estamos organizando las guardias, recargando al personal y cortando los descansos en algunos efectores: es una situación muy preocupante. Es muy loable y destacable lo del personal sanitario: no solo los enfermeros. Es para sacarse el sombrero el gran esfuerzo que están haciendo en esta tercera ola".

"Lo que difiere esta tercera ola de la segunda son tres cuestiones: el alto índice de contagiosidad que hay en el personal sanitario, un gran ingreso en la atención clínica -eso no se vio en la segunda ola- y luego que los efectos son leves o moderados, esa es la diferencia", añadió.

En cuanto a la realidad del sector, señaló que "está habiendo una situación que me preocupa: hay colegas que están buscando emigrar a otros países. Eso es producto de que no han mejorado las condiciones laborales de los enfermeros".

"Hay una alta probabilidad de enfermeros de que comiencen a caminar el camino nefasto que es padecer el síndrome de 'cabeza quemada'. Me preocupa mucho la situación, fundamentalmente de los enfermeros", agregó Azoge, que se refirió a los comportamientos sociales: "Hay un desmadre total. Somos muy reacios a cumplir determinadas normativas".

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