Portada  |  28 junio 2022

Una santotomesina padece ELA y necesita ayuda: su mamá y cuidadora, "al borde del abismo"

Desde hace siete años, Marina se hace cargo del cuidado de su hija, Gisela, quien padece Esclerosis Lateral Amiotrófica. Para mejorar la calidad de vida de quien sufre la enfermedad, como también de quien brinda su atención cotidianamente, necesitan encontrar una residencia en planta baja, además de insumos esenciales.

Buen Santa Fe

En diálogo con Buen Santa Fe, Marina contó que la enfermedad de su hija Gisela, de 38 años, "comienza hace unos siete u ocho años con una dificultad para caminar y luego para hablar. La hacemos ver con neurólogos y psiquiátras, le diagnostican ELA, hicimos otras consultas en Buenos Aires: nos dijeron que no se podía embarazar y recién se había embarazado. Eso hizo que la enfermedad progrese". 

Además, detalló: "nos dijeron que era una enfermedad que no tiene cura, sí tratamiento. De allí, la enfermedad avanza hasta hoy: ella no tiene ningún movimiento, está en un sillón postural, está con internación domiciliaria. Ella solo puede escuchar y ver. Es la situación dura que estoy pasando hoy yo con ella en este momento".

Respecto a cómo fue avanzando el drama, recordó que "ella estaba bien, normal, se puso en pareja. De un momento a otro empezó a caminar con dificultad, arrastraba una pierna y después, con dificultad para entenderse cuando hablaba: allí nos movilizó un poco para hacer las consultas debidas".

Sin embargo, los cuidados están generando un deterioro también en su vida. "Yo soy docente jubilada y estoy al borde del abismo. Los vecinos me ayudan con pañales, algodón, medicación, con cosas que se necesitan todos los días. Yo la tengo adherida a IAPOS: me reconoce los remedios. La nena está con el papá y viene los fines de semana a visitarla. Es una situación bastante dura para mí y para sostenerla".

"Yo vivo en una planta alta, arriba de todo en el barrio: estaba necesitando una vivienda en planta baja. Los médicos me decían que mi persona se está deteriorando a causa de todo esto, de llevar todo esto a cuestas yo sola: me cuesta bajar y subir las escaleras. No puedo moverme de al lado de ella: estábamos buscando alguna residencia estable para ella. Estamos en la búsqueda de algo similar, una residencia geriátrica, algo que podamos encontrar, pero es muy complicado", añadió.

Finalmente, aseguró que "la residencia sería lo fundamental. Mis 68 años no me dan para esta situación. Aparte, quien pueda colaborar con pañales, algodón, alcohol, que se utiliza a diario. Por momentos, para mí es insostenible. Encontrando un lugar, descansaría mi cuerpo, cambiaría mi vida: yo he abandonado mi vivienda, mi persona. Le dedico todo mi tiempo a ella". 

Para colaborar: 

Teléfono: 342-5049012

CBU: 3300506325060179130020.

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