Aunque hoy no le toque ser titular, Claudio “Mugre” Corvalán continúa siendo una voz de peso en el vestuario de Unión. Con casi ocho años en el club, el defensor habló con el stream A1Toque y se expresó sin rodeos sobre su presente, el sentido de pertenencia y la responsabilidad de ser un referente para los más jóvenes del plantel.
“En este momento no me está tocando jugar. No tuvimos un buen primer semestre, pero así es el fútbol. Hoy me toca apoyar, es parte del juego. Hay chicos que están mejor y lo importante es trabajar para volver a estar”, aseguró con madurez.
Corvalán, que llegó al club en 2017, asume su nuevo rol acompañando a los que hoy están en cancha: “Mi papel ahora es que crezcan los que sí están jugando. Me pone feliz el presente de Mateo Del Blanco, luchó mucho y me da orgullo ser parte de ese proceso”.
Además, dejó una reflexión sobre la exigencia emocional que atraviesan muchos futbolistas: “Tenés que separar al hincha del jugador. Esto no es un deporte individual. Hay que dar todo, incluso contra el equipo del que sos hincha, porque eso te hace profesional”.
Uno de los temas más delicados que abordó fue la situación contractual de Jerónimo Dómina, la joven promesa del club: “No es fácil cuando sos del club y se generan tantas cosas alrededor. Hay mucho negocio y a veces se olvida que hay una persona detrás del jugador. Le deseo lo mejor. Si se tiene que ir, que lo haga bien y sin perjudicar a Unión”.
También opinó sobre la reciente salida de Franco Pardo a Racing: “Duelen estas salidas, pero todos queremos progresar. Es parte del fútbol. Hay gente que no entiende, pero uno tiene que pensar más allá del fanatismo”.
Con respecto a su propia relación con Unión, Corvalán fue contundente: “Ya voy para ocho años acá. Tengo una hija que nació en Santa Fe y hasta nos planteamos quedarnos a vivir. Tuve chances de irme, pero siempre decidimos quedarnos. Entiendo que esto es un trabajo, pero no me mueve solo la plata. No soy de cambiar por cambiar”.
También se tomó un momento para desmentir rumores que circularon durante el ciclo anterior, cuando se lo acusaba de influir en decisiones del cuerpo técnico: “Se decía que jugaba por ser amigo de Kily. ¿Y cuando ganábamos? Hay muchas cosas que se dicen sin sentido. Hay que saber poner freno a eso”.
Corvalán cerró la entrevista con la misma serenidad que marcó toda la charla: “El grupo está bien. El objetivo es salir de esta zona incómoda. Hay unión y trabajo, lo que venga dependerá de nosotros”.
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