Con el cierre del libro de pases cada vez más cerca —vence el 31 de agosto—, en Unión de Santa Fe parece diluirse la posibilidad de sumar nuevas incorporaciones para la presente temporada.
A pesar de contar con dos cupos habilitados, tras las salidas de Lionel Verde y Francisco Pumpido al exterior, el mercado tatengue está completamente frenado: no hay gestiones, negociaciones ni nombres en carpeta.
En su momento, el entrenador Leonardo Madelón había sugerido que un volante central más sería útil para reforzar el equipo. Sin embargo, casi en simultáneo, el presidente Luis Spahn bajó el tono de esa posibilidad y descartó que se estuviera buscando algún refuerzo, reflejando una postura más conservadora.
Una apuesta por el funcionamiento colectivo
A esta altura, todo indica que Unión enfrentará el tramo decisivo del Clausura con el plantel actual, salvo que surja una oportunidad de mercado irresistible, tanto en lo futbolístico como en lo económico.
El equipo ya completó una etapa de ajustes, y la apuesta ahora pasa por consolidar una idea de juego y afianzar el funcionamiento colectivo, más que por sumar nombres sobre la hora. En ese contexto, la dirigencia y el cuerpo técnico parecen coincidir en que no hay urgencias y que el grupo ya está armado para lo que viene.
Así, salvo una sorpresa de último minuto, Unión tiene prácticamente cerrado su plantel y pone el foco en la competencia, con la ilusión de sostener el nivel y pelear por el gran objetivo de la temporada.
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