Portada  |  29 septiembre 2022

Dispraxia: El trastorno de lenguaje expresivo y motriz y TDAH, diagnósticos para ejercitar la convivencia.

Visitamos el colegio García Ferré en Villa Carlos Paz para conocer a Benicio Sánchez, actualmente cursando el 3° grado con dispraxia.

Igualdad y Género

La dispraxia es un trastorno psicomotriz. Se da en la infancia y hace que los movimientos que requieren la coordinación y movilización de varios grupos musculares sean lentos, torpes o realizados con dificultad, incluso si se trata de acciones sencillas como atarse los cordones, andar en bicicleta o escribir.

Las dispraxias pueden ser clasificadas según sus manifestaciones en:

•Ideacional: que implica problemas en la planificación de la acción, no sabiendo cómo hacer algo.
•Ideo-Motor: esta implica dificultades en la acción en sí, no sabe como ejecutar los pasos aun conociéndolos.
•Oromotora: implica dificultades en la pronunciación de palabras.
•Construcción Dyspraxia: implica dificultades en tareas especiales.

Este trastorno puede manifestarse en los primeros años de vida e ir evolucionando con el tiempo, afectando habilidades como sentarse en posición vertical, caminar, vocalizar, hablar. En la etapa pre escolar, vestirse o atarse los condones, o por ejemplo realizar saltos, patear o dificultad para sostener un lápiz correctamente pueden ser algunos de los signos de la presencia de dispraxia. El diagnóstico y la evaluación muchas veces es difícil de determinar y requieren un trabajo muy detallado a lo largo del desarrollo del individuo, incluyendo pruebas cognitivas, evaluación de habilidades motoras gruesas y finas, así como reacciones a sonido, lunes o tacto pueden resultar indicativos.

Benicio tiene trastorno del lenguaje expresivo y motriz y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la parálisis en su lengua le genera dificultades para pronunciar bien las palabras, pero con mucho esfuerzo logra que se comprenda muy bien lo que dice. El trabajo en equipo entre su familia y el equipo pedagógico de la escuela han permitido acompañarlo en el tiempo para que su trayectoria escolar se desarrolle a la par del resto de sus compañeros. No se realizan adecuaciones o recortes significativos de contenido, sino que se aplican estrategias de acceso que, insertadas en la dinámica diaria de su vida escolar, son casi naturales.

Educar bajo la premisa de convivir respetando las diferencias en el grado, con un diagnostico como el de Benicio, es el puntapié fundamental para aprender de tolerancia y solidaridad. Sus docentes trabajan constantemente en la inclusión y adaptación de su colegio para que más niños y niñas con discapacidad puedan ser integrados. “Beni” como le dicen sus compañeros hoy se destaca por su compañerismo y amor ofrecido, a veces protagonista de protagonista de algunas travesuras, todos sus compañeros destacan lo gran amigo que es.

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