Ante los índices inflacionarios que atravesamos, todo se transforma y los cambios se trasladan a todos los ámbitos de la cotidianeidad, como es el caso de las veterinarias. Muchos dueños cambian los alimentos premium de sus perros y gatos por otras marcas más económicas. Las diferencias, en muchos casos, son importantes.
Gustavo señaló que “las personas buscan un escalón menos de lo que estaban, tratan de no irse tan abajo pero, siempre un poco menos. Cambian las marcas o el tamaño de las bolsas buscando abaratar costos”.
“Los alimentos aumentan de forma permanente, es algo que se da bastante seguido últimamente”, expresó.
Cabe destacar que es más caro el alimento de los gatos que de los perros. En la capital provincial, los precios por kilo en ambas razas se consiguen a partir de los $1.200. Los costos aumentan dependiendo la calidad y las propiedades y si es nacional o importado.
“Una bolsa de alimentos de 20 kilos para un perro grande cuesta en promedio $5000 pero hay otras que rondan los 9.000 o 10.000”, resaltó Auday.
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