“Hay varios factores que provocaron esto: la velocidad de los barcos generan un oleaje muy grande, después la ola pega en la barranca y al no poder subir a la playa, vuelve, se une a la otra ola y se agranda”, contó Parisi.
Y agregó: “Se da porque la altura del río es muy baja y las olas que hicieron los barcos empujó las embarcaciones que no estaban bien amarradas”
Parisi consideró que no fue determinante que se cruzaran los dos barcos para generar ese amontonamiento de embarcaciones: “Con uno es suficiente para provocar esto”, dijo.
En ese sentido, advirtió que la situación pudo ser peor si hubiera habido kayaks en la orilla: “Lo que podría haber pasado es que la velocidad de las olas los hicieran saltar hacia la playa” y eso provocar heridos.
Una situación para evitar los daños es que cuando se prevé que pase el barco de gran porte, quienes están en la orilla se metan al agua en sus embarcaciones: “Hay gente de río que sabe y sale a navegar para que los agarre en el agua en vez de tomarlos en la orilla, es el mejor método”, dijo Parisi.
A su vez, remarcó que no es la primera vez que ocurre un episodio como éste: “Hablé con los dueños anteriores del parador y me dijeron que ya les pasó. Por suerte no tuvimos ningún daño serio”.
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