Las consecuencias a largo plazo de la infección por SARS-CoV-2 fueron denominadas por los especialistas como COVID prolongado, long COVID o síndrome post COVID. Se trata, ni más ni menos, de afectaciones en órganos que van más allá del sistema respiratorio y que son propias del cuadro inflamatorio sistémico que provoca el coronavirus en el organismo.
Y si bien el número de personas afectadas por el virus disminuyó francamente en el último tiempo, varios estudios daban cuenta de que “las secuelas físicas y mentales a largo plazo son un problema de salud pública cada vez mayor” y reconocían que “existe una incertidumbre considerable sobre su prevalencia, persistencia y predictores”.
Comentarios