El rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Enrique Mammarella, se refirió a la votación en el Senado que rechazó el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, una norma impulsada por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que busca establecer mecanismos automáticos y previsibles para asignar fondos a las universidades públicas del país.
Mammarella calificó la sesión como “extensa pero enriquecedora” y señaló que el resultado era esperado. “Esperábamos que sea contundente, veníamos trabajando para ello, incluso con una delegación de rectores que dialogó con los bloques mayoritarios”, explicó.
Para el rector, el debate parlamentario tuvo un valor adicional: “Permitió a la sociedad escuchar las distintas posturas sobre la educación pública desde diversas miradas políticas y regionales”, destacó.
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Críticas al ajuste y a la discrecionalidad en el manejo de fondos
Mammarella fue crítico con el contexto actual del sistema universitario, particularmente con la ausencia de una planificación financiera a nivel nacional. “Estamos funcionando hace dos años sin presupuesto, y eso significa que el gobierno decide discrecionalmente a dónde van los recursos”, remarcó y agregó: “En un país serio, lo primero que debe existir es una ley de presupuesto y organismos de control funcionando”.
Además, advirtió sobre el impacto del ajuste que propone el Ejecutivo para el sector en los próximos años. Según detalló, el proyecto oficial prevé destinar solo el 0,5% del PBI al sistema universitario en 2026, cuando históricamente el promedio superaba el 0,7%. Esa reducción representa un recorte cercano al 30%.
“El impacto ya se siente en la pérdida de salarios de docentes y no docentes, en el deterioro de la capacidad de investigación y en la fuga de profesionales que deben recurrir al pluriempleo o buscar oportunidades en el exterior”, sostuvo.
“La universidad no es un gasto: es un proyecto de nación”
Para Mammarella, la universidad pública trasciende la función de enseñanza y es un pilar del desarrollo estratégico del país. “Quienes deciden estudiar, enseñar o investigar lo hacen pensando en un plan de vida y en aportar al desarrollo del país”, afirmó.
En ese sentido, sostuvo que desfinanciar las universidades públicas no solo debilita a las instituciones, sino que pone en riesgo el futuro del país. “Si no se garantiza un financiamiento adecuado, se empuja a nuestros jóvenes y profesionales a irse, y eso cuesta mucho repararlo después”, advirtió.
Finalmente, el rector de la UNL concluyó que la defensa del financiamiento universitario no es una demanda sectorial, sino una apuesta al futuro de la Argentina: “La universidad es futuro. Es la base para que podamos tener profesionales, investigadores, empresarios e inventores que resuelvan los problemas de la gente. Cuando se niega ese derecho o se lo agravia, lo que se debilita es el proyecto de nación”.
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