Desde este viernes 1° de agosto, los combustibles registran un incremento promedio del 1,5% en la ciudad de Santa Fe. La suba se debe a una nueva actualización parcial de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), establecida por el decreto 522 publicado en el Boletín Oficial el pasado jueves.
El decreto, que lleva las firmas del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo, establece que los ajustes impositivos se aplicarán parcialmente en agosto y de forma total en septiembre.
En la capital santafesina, estaciones de servicio como Axion y Shell ya actualizaron sus pizarras, donde el litro de nafta Súper supera los $1.400. Esta suba impacta directamente en el bolsillo de los consumidores, pero también afecta a los expendedores.
Al respecto, Alberto Boz, presidente de la Federación Argentina de Expendedores de Naftas del Interior (FAENI), explicó en medios radiales: “Este aumento nos perjudica. Todas tienen que aumentar porque esto es carga impositiva, debemos trasladarla al consumidor”.
Según detalló, estos impuestos se actualizan trimestralmente con un retraso de más de un año, por lo que aún resta aplicar otros incrementos.
Boz también expresó su preocupación por la rentabilidad del sector: “El negocio es cada vez menos rentable y más complicado. Venimos de dos años de caída en el volumen de venta. Hoy apenas celebramos haber dejado de caer”.
Finalmente, sostuvo que los estacioneros intentan absorber parte de los aumentos para no perder ventas: “Uno trata de resignar margen con cada suba para mantener el volumen. Esperemos que la situación mejore y logremos salir adelante”.
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