El drama humanitario continúa en Goma, la ciudad ubicada en el este de la República Democrática del Congo (RDC) que fue tomada por el grupo armado M23. Como consecuencia del conflicto entre el M23 y el ejército congolés, se enterraron más de 2.000 cadáveres.
"Los servicios del Ministerio de Sanidad me han informado de que se han enterrado más de 2.000 cadáveres, para que se hagan una idea de las masacres que se han cometido en la ciudad", comunicó el portavoz del Gobierno de la RDC, Patrick Muyaya.
El ministro de el Interior y Seguridad, Jacquemain Shabani, aclaró que ese número no incluye las personas que han sido sepultadas en fosas comunes.
La cifra dada por el Gobierno es ampliamente mayor a la brindada el lunes pasado por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que se refirió a 900 fallecidos.
El organismo advirtió que "todavía muchos cadáveres cubren las calles de la ciudad".
Y detalló que 2.880 heridos fueron atendidos en centros médicos entre el 26 y el 30 de enero, un cifra que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aumentó a 2.958.
En este contexto, las autoridades congoleñas denunciaron que en Goma, se están llevando a cabo “secuestros forzosos para obligar a los jóvenes a unirse al movimiento terrorista”.
El portavoz dejó en claro que "no permitiremos que nuestra población siga bajo el yugo de quienes la han masacrado impunemente".
Alto al fuego
El M23 declaró un alto al fuego por cuestiones humanitarias en el este de la República Democrática del Congo tras una semana de haber tomado Goma, una ciudad rica en minerales que cuenta con dos millones de habitantes y en donde tienen su sede ONG internacionales e instituciones de las Naciones Unidas.
La Alianza Río Congo, coalición político-militar de la RDC que forma parte del M23, emitió un comunicado en el que sostuvo: "En respuesta a la crisis humanitaria provocada por el régimen de Kinsasa, declara un alto el fuego a partir del 4 de febrero de 2025, por razones humanitarias".
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