Portada  |  04 agosto 2025

Estafas con tarjetas de crédito: condenan a cuatro personas a resarcir económicamente a las víctimas

La Justicia santafesina ordenó que cuatro personas involucradas en una serie de estafas con tarjetas de crédito ajenas en Santa Fe, Santo Tomé, Coronda y CABA resarzan a las víctimas. El monto total del daño asciende a más de 14 millones de pesos.

Judiciales

Cuatro personas deberán indemnizar con un total de 14.088.727,50 pesos a las víctimas de una serie de estafas realizadas con tarjetas de crédito robadas o adulteradas, en operaciones realizadas en las ciudades de Santa Fe, Santo Tomé, Coronda y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Además, deberán afrontar las costas judiciales de cada proceso.

Las resoluciones fueron dictadas por el juez Octavio Silva en los tribunales de Santa Fe, a partir de la investigación llevada adelante por el fiscal Agustín Nigro, quien atribuyó a los acusados su participación en un entramado delictivo liderado por un hombre de 28 años identificado por las iniciales F.A.M., actualmente detenido con prisión preventiva.

Dos de los implicados, Lautaro Benjamín Ringa (26 años) y Franco Emanuel Benítez (28 años), fueron condenados a penas en suspenso mediante juicios abreviados. En tanto, dos mujeres de 21 y 52 años, identificadas por las iniciales C.M. y S.G.E., accedieron a suspensiones de juicio a prueba (probation), que incluyen la obligación de reparar el daño causado.

Según el fiscal Nigro, el principal imputado cometió diez estafas entre abril y mayo del año pasado, a veces actuando en conjunto con el resto de los involucrados. El modo de operar consistía en contactar telefónicamente a comercios, especialmente casas de electrodomésticos, y realizar compras usando tarjetas de crédito ajenas. Luego, un integrante del grupo pasaba a retirar los productos, que incluían ocho aires acondicionados y seis televisores.

En la mayoría de los casos, los estafadores se hacían pasar por los titulares de las tarjetas, proporcionando información falsa, como direcciones en la ciudad de Santa Fe, para lograr que la transacción pareciera legítima. En un caso, incluso simularon ser la esposa de un titular.

Los damnificados advirtieron los consumos fraudulentos al ver los resúmenes de sus tarjetas y realizaron las denuncias correspondientes. Los bancos desconocieron las operaciones, por lo que los comercios afectados no pudieron cobrar las ventas.

Además de las estafas a comercios, el grupo también engañó a un hotel en CABA, contratando una estadía de dos noches con una tarjeta ajena, la cual también fue posteriormente rechazada por el banco. Por último, intentaron realizar una estafa a una mueblería en Santa Fe, aunque en ese caso la operación fue frustrada por la intervención del vendedor.

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