El miércoles 30 de noviembre de 2022, el telecentro ubicado en Rivadavia y Obispo Gelabert se convirtió en el escenario de un violento ataque. Penida, quien no tenía relación previa con la víctima, ingresó al establecimiento con el objetivo de realizar una llamada telefónica. Según el fiscal Roberto Olcese, la dueña del telecentro se encontraba ocupada en ese momento, por lo que le pidió que esperara un instante. Esta solicitud aparentemente desencadenó la furia de Penida.
El agresor, armado con un martillo de 40 centímetros, comenzó su ataque con un primer golpe en la cabeza de la mujer. A pesar de los intentos de la víctima por escapar, Penida continuó su ataque, propinándole dos golpes más en la cabeza antes de que un cliente llegara al local, lo que hizo que el agresor huyera rápidamente.
La rápida intervención de las autoridades fue crucial para capturar a Penida. Minutos después del ataque, fue detenido en un colectivo de la Línea 2 del transporte urbano de pasajeros en las inmediaciones de Balcarce y Alvear. La persecución no fue sencilla; el agresor intentó resistirse y, en el proceso, se fracturó un brazo al caer del vehículo. Tras ser trasladado al hospital José María Cullen, Penida fue finalmente arrestado y puesto bajo custodia.
En el juicio, el juez José Luis García Troiano dictó una condena de ocho años de prisión para Penida, quien además fue declarado reincidente debido a antecedentes penales. La calificación del delito fue aceptada tanto por la defensa como por la víctima, quien expresó su conformidad con la sentencia y la calificación penal impuesta.
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