Los trabajadores de Aguas Santafesinas se encuentran en pie de guerra tras la decisión de la empresa de suspender el pago de un bono que consideran un derecho adquirido. La medida, que ha generado un fuerte rechazo sindical, ha puesto en evidencia las tensiones entre los trabajadores y la dirección de la compañía.
El bono en cuestión, establecido en 2006, se originó como una compensación por el fracaso de la privatización de los servicios de agua en la provincia. Sin embargo, la empresa, bajo la actual gestión, argumenta que la situación financiera no permite mantener este beneficio.
"Es un golpe bajo", asegura Silvio Barrionuevo, secretario general del gremio de Obras Sanitarias. "Este bono no es un regalo, es un derecho que hemos conquistado con años de lucha". Por su parte, Sergio Loyeau, referente sindical en Santa Fe, sostiene que "la decisión de quitar el bono es una muestra más de la falta de consideración hacia los trabajadores".
Más allá de la cuestión salarial, este conflicto revela una profunda grieta entre los trabajadores y la dirección de Aguas Santafesinas. Los sindicatos denuncian una gestión ineficiente y una política de ajuste que perjudica a los empleados y a los usuarios del servicio.
"La empresa está llena de gerentes que cobran sueldos millonarios mientras los trabajadores sufrimos recortes", afirma Barrionuevo. "Es una clara muestra de la desigualdad que existe en nuestro país".
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