El crimen se produjo en la zona de Flammarion al 5100 (Flammarion y Lamadrid) y, según las primeras investigaciones, la principal hipótesis apunta a un ajuste de cuentas.
El fiscal Patricio Saldutti, a cargo de la investigación, reconstruyó los hechos:
El taxista llegó al lugar con un pasajero en el asiento delantero. Un tercer hombre se acercó al vehículo y abrió fuego a pie contra la ventanilla del conductor.
El taxista recibió dos disparos en la cabeza y murió en el acto. En el interior del Fiat Cronos, los agentes encontraron la billetera y el celular de la víctima, por lo que la hipótesis de un robo como móvil del crimen no es la que cobra mayor fuerza.
Se presume que el pasajero y el tirador huyeron juntos del lugar. Esta secuencia de hechos hace pensar en una posible "entrega" del taxista por parte del pasajero, lo que indicaría que el crimen habría sido planificado.
La investigación continúa en curso y se esperan los resultados de la autopsia y de las pericias realizadas en el lugar del crimen.
Este nuevo homicidio se suma a la ola de violencia que azota a Rosario y que ya se cobró la vida de más de 50 personas en lo que va del año.
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