Con cada lluvia, el barrio Nueva Pompeya, al norte de la ciudad de Santa Fe, se convierte en un verdadero calvario para sus habitantes. Las calles de tierra se vuelven intransitables, los servicios básicos se interrumpen y la vida cotidiana entra en pausa. Así lo expresan los vecinos de la zona de San Lorenzo y La Rea, epicentro del conflicto.
“Cuando llueve, tenemos que dejar nuestras vidas en standby hasta que el sol seque lo que la lluvia destrozó”, relató una vecina.
Los reclamos no son nuevos. Desde octubre de 2023 los vecinos comenzaron a presentar reclamos formales ante la Municipalidad, con fotos y documentación que prueban la situación. La última presentación fue realizada el 25 de agosto de 2025, sin obtener aún una solución concreta.
Calles intransitables, servicios suspendidos
La falta de mantenimiento no solo genera dificultades para circular en auto o a pie, sino que afecta servicios esenciales como la recolección de residuos, el transporte público y la atención médica.
“No ingresan los camiones de basura, ni los proveedores a los negocios. Hay gente que pierde días de trabajo porque directamente no puede salir o recibir mercadería”, explicó un comerciante.
Las personas mayores y los niños son los más afectados. Los chicos deben salir a la escuela con botas y luego cambiarse para poder subir al transporte, mientras que los adultos mayores corren riesgos al cruzar calles inundadas o llenas de barro.
“Ya tuvimos vecinos heridos por intentar cruzar. Las motos se empantanan, se caen y terminan usando las veredas”, denunció otra vecina.
Un problema que afecta la salud
La situación tiene consecuencias directas en la salud de los habitantes. Una joven que realiza rehabilitación tras un accidente vial contó cómo las lluvias impiden que pueda asistir a sus sesiones.
“El martes pasado llovió todo el día y no pudieron venir a buscarme. Me perdí la sesión y eso implica un retroceso en mi tratamiento. Me duele todo después”, contó con tristeza.
También relató que su hija, que tiene una discapacidad y también requiere rehabilitación, no puede salir de la casa los días de lluvia, porque ningún transporte accede a la zona.
Reclamos sin respuestas
A pesar de los reiterados llamados al 0800 municipal, los vecinos afirman que reciben solo respuestas automáticas, pero ninguna solución concreta. “Nos dan un número de reclamo y todo sigue igual”, comentaron.
El sentimiento generalizado en el barrio es de abandono y frustración. “Es una vergüenza cómo vivimos. No podemos salir a trabajar, hacer un mandado o simplemente caminar sin correr peligro. Queremos una respuesta urgente”, exigen.
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