Santa Fe es la provincia con mayor capacidad instalada para la producción de biodiésel en Argentina, concentrando alrededor del 80% del total nacional.
Sin embargo, la infraestructura está prácticamente paralizada en un 80% y el panorama para el sector es cada vez más complejo, según advirtió Marcelo Cuznier, representante de la Cámara Santafesina de Biodiesel.
En una entrevista radial, Cuznier detalló que, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, la producción cayó unas 100.000 toneladas en el primer semestre, en comparación con años anteriores. Esta baja se da en un contexto de incumplimiento del corte obligatorio de biodiésel en gasoil, que debería ser del 7,5% pero rara vez supera el 7%, y de una política de precios que no respeta la fórmula establecida por la Resolución 963/2023.
"Desde hace más de un año, la Secretaría de Energía no cumple con la fórmula de precios. Las pymes comparten sus costos, como establece la norma, pero los valores fijados están muy por debajo de lo que corresponde, favoreciendo al sector petrolero" —explicó Cuznier. En ese sentido, reveló que varias empresas ya iniciaron reclamos judiciales y administrativos para exigir el cumplimiento de la ley.
Además de las trabas internas, las exportaciones de biodiésel argentino también enfrentan fuertes obstáculos externos. “Europa fijó cupos y Estados Unidos impuso aranceles de hasta el 150% para frenar el ingreso de nuestro producto, que es muy competitivo”, señaló el referente del sector.
Un llamado a seguir el modelo de Brasil
Cuznier pidió una política nacional más clara y sostenida para el desarrollo de biocombustibles, similar a la que aplican países como Brasil y Estados Unidos. “Brasil ya tiene un corte del 15% en gasoil con biodiésel y lo llevará al 20% en 2030. En bioetanol, pasará del 30% al 40%”, explicó. Y agregó: “Nosotros tenemos una historia más larga en producción sustentable, valor agregado al agro y una infraestructura instalada que deberíamos aprovechar”.
También destacó que el uso de biodiésel reduce la necesidad de importar gasoil, lo que permitiría ahorrar divisas y cuidar el medio ambiente, además de generar empleo y arraigo rural en localidades pequeñas donde funcionan las plantas, como Piamonte, Sa Pereira, Roldán, entre otras.
Un dato alentador
A pesar del difícil contexto, Cuznier valoró una noticia reciente como un indicio alentador: la reactivación de una planta de biocombustible en San Lorenzo, abandonada y hoy propiedad de YPF, que fue adquirida por un grupo santafesino con una inversión de 400 millones de dólares para la producción de combustibles sustentables para aviación (SAF).
"Esto demuestra que el sector puede escalar productivamente, generar empleo y reactivar pasivos ambientales. Pero necesitamos que el gobierno nacional entienda que este es el camino", concluyó.
Comentarios