La histórica fábrica de colchones Limansky, ubicada en la ciudad de Rafaela, Santa Fe, se encuentra en una situación crítica. La empresa, que emplea a más de 500 personas, ha presentado un procedimiento preventivo de crisis y suspenderá a sus trabajadores por una semana.
La crisis que atraviesa Limansky se debe a una serie de factores, entre ellos:
Caída de la demanda: La demanda de colchones en el mercado interno ha experimentado una fuerte caída en los últimos meses. Esto se debe principalmente a la devaluación del peso argentino, que ha provocado un aumento en los precios de los productos y una disminución del poder adquisitivo de la población.
Aumento de los costos: Los costos de producción de Limansky han aumentado considerablemente en los últimos meses. Esto se debe a la devaluación del peso, que ha encarecido las importaciones de insumos, y al aumento de los precios de los productos nacionales.
Competencia extranjera: La competencia de empresas extranjeras, que producen colchones a costos más bajos, también ha contribuido a la crisis de Limansky.
Ante la crisis que atraviesa, Limansky ha tomado una serie de medidas, entre ellas:
Reducción de la jornada laboral: La empresa ha reducido la jornada laboral de sus trabajadores a la mitad. Esto significa que los empleados ahora trabajan solo 4 horas por día.
Adelanto de vacaciones: La empresa ha adelantado las vacaciones de sus trabajadores. Esto significa que los empleados no podrán disfrutar de sus vacaciones durante el verano, cuando la demanda de colchones suele ser mayor.
Suspensión de personal: La empresa ha suspendido a 500 de sus trabajadores por una semana. Esta medida se ha tomado para evitar tener que despedir a personal.
El futuro de Limansky es incierto. La empresa deberá tomar medidas para reducir sus costos y aumentar su competitividad si quiere evitar tener que despedir personal o incluso cerrar sus puertas.
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