Un impactante caso de bullying fue denunciado en una escuela privada de Santa Fe. La madre de una alumna de 16 años, estudiante de la Escuela Particular Incorporada N° 1180 “Nuestra Señora de Fátima” en el barrio Pro Adelanto Barranquitas, manifestó que su hija lleva más de un mes sufriendo acoso verbal y, recientemente, agresiones físicas dentro de la institución. La mujer, que ratificó su denuncia ante el Comando Radioeléctrico de la Policía, afirma que ni la escuela ni el Ministerio de Educación han brindado una respuesta adecuada.
La madre relató que su hija fue atacada físicamente por una compañera en plena clase de Lengua, y aunque otros estudiantes lograron intervenir, la agresión fue traumática para la joven. La situación, que lleva semanas generando temor en la familia, se agravó luego de que la mujer informara de las agresiones verbales continuas y no recibiera ninguna medida de protección para su hija. Como resultado, la adolescente, junto a su hermana de siete años que también sufrió acoso en el baño de la institución, deberá cambiar de escuela para resguardar su bienestar.
La madre expresó su frustración en una entrevista con Sol Play, donde comentó que todos los días espera a su hija a la salida de la escuela por temor a que vuelva a sufrir algún ataque. “Me dijeron que iban a hacer algo, pero hasta ahora no hicieron nada”, afirmó. En una reciente reunión con la psicopedagoga de la escuela, la madre fue sorprendida cuando la profesional le sugirió que busque un psicólogo para que su hija adquiera “herramientas de defensa”. Este comentario, lejos de ofrecer alivio, generó indignación en la familia al entender que no se estaban tomando medidas para frenar el acoso en el ámbito escolar.
El ataque físico que sufrió la adolescente el martes pasado dejó profundas secuelas emocionales y psicológicas en ella. Su madre describió cómo encontró a su hija en el directorio de la institución, visiblemente alterada y llorando. “Mi hija estaba con el pelo revuelto, colorada y llorando, y me dijo que una compañera le había pegado en plena clase. La profesora de Lengua no intervino en el momento; fueron sus compañeros quienes detuvieron el ataque y buscaron a algún adulto”, relató la madre.
Este incidente también afectó el bienestar emocional de la joven, quien ahora tendrá que dejar la escuela, a sus amigos y el entorno que hasta hace poco consideraba seguro. “Es lamentable que una institución religiosa no actúe ante estas situaciones de necesidad de los alumnos. Hoy es mi hija, pero ¿quién podría ser mañana si esto continúa sin solución?”, cuestionó la madre, expresando su dolor y frustración por la falta de respuestas.
Además de la denuncia pública, la madre hizo un llamado a los padres para que presten atención a las señales de sus hijos, especialmente en la etapa de la adolescencia. “Tenemos que escuchar a nuestros hijos, ellos necesitan apoyo en esta etapa tan delicada”, concluyó, refiriéndose al impacto devastador que el bullying ha tenido en su familia.
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