La educación vial es algo en lo que se viene trabajando desde hace años, pero al parecer, las campañas que se realizan no alcanzan. A diario podemos observar en la ciudad como peatones y automovilistas (casi por igual) no hacen caso a las señales ni a los normas de tránsito. Así, andar por cualquier lugar, pero si es céntrico, peor, resulta una verdadera odisea y también un peligro.
Pablo Crippa es Coordinador del Programa de Educación Vial del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe y tomó una muestra en una esquina céntrica de Santa Fe. En apenas 40 segundos, es increíble la cantidad de infracciones que se cometen. Al observar las imágenes podemos señalar:
- Los peatones cruzan de manera imprudente sin atender el semáforo peatonal, lo que implica un riesgo innecesario.
- El remis detenido en zona peatonal.
- El taxi en el límite.
- Las jóvenes cruzando en diagonal de esquina a esquina, desatendiendo todas las normativas para el cruce de una calzada
- Un motociclista circulando por la vereda, sin importarle nada.
A decir del propio Crippa, "lo preocupante es la naturalización del riesgo. El poner en juego la integridad física por no poder esperar 5 o 6 segundos. Esto no es particular del peatón, sino de la vida diaria en general".
En este aspecto, las estadísticas son una muestra clara de la realidad: En Argentina mueren más de 1.600 peatones al año, según datos de Luchemos por la Vida, y sólo 1 de cada 10 automovilistas cede el paso al peatón.
¿Falta mucho por trabajar? La respuesta, cae de madura.
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