A tono con lo que fue la primera temporada, Buen Santa Fe comenzó nuevamente relatando historias pequeñas, de esas emocionantes pero poco conocidas. Esta vez, Silvina Cian dialogó con Teresita, una mujer de 82 años que entró en una profunda depresión a partir de la pandemia y logró salir a través de un método particular: pintando mandalas.
"Cuando lo empecé a hacer, no andaba muy bien. No quería hacer nada. Estaba entregándome. De un buen día, me propusieron hacer unos dibujitos: me entusiasme y no me para nadie", le dijo Teresita, que tiene una hija con discapacidad, a Buen Santa Fe.
Y contó cómo cambió su vida a partir de los mandalas. "No tengo sueño nunca, no duermo siesta, no me levanto a las once de la mañana, me levanto a las ocho y me acuesto a las diez, once de la noche. Anoche era una cosa que le digo a Mónica: 'yo no tengo sueño, voy a seguir pintando'".
Además, relató su experiencia durante la pandemia. "De terror. Yo le llevaba la comida a Mónica, que se la ponía en el pilar de la escalera. Y ella (su hija) bajaba y se llevaba la comida. Era como que se me iba. Pasé las fiestas sola. Jamás me voy a olvidar. Es la primera vez que me separaba de mi hija".
Comentarios