Un niño de cuatro años falleció luego de ser alcanzado por una bala en medio de una emboscada que tenía como blanco principal a su padre, un hombre con antecedentes penales, presuntamente vinculado a redes del narcotráfico.
El ataque ocurrió este miércoles por la tarde, cerca de las 18 horas, en inmediaciones del Polideportivo municipal. Según los primeros datos recabados por los investigadores, la víctima circulaba con su hijo a bordo de un automóvil cuando fue sorprendido por al menos un vehículo desde el cual comenzaron a dispararles a quemarropa. Se escucharon entre ocho y diez detonaciones.
El pequeño fue rápidamente trasladado al Hospital Iturraspe de San Francisco, donde ingresó con graves heridas de arma de fuego. A pesar del esfuerzo de los médicos, falleció minutos después. Su padre también fue herido y permanece internado en estado crítico.
A pocas horas del crimen, un auto totalmente calcinado fue hallado en cercanías de la localidad de Josefina, en el límite con Frontera. Las autoridades presumen que fue utilizado por los autores del ataque para la fuga y posterior destrucción de pruebas, una modalidad ya conocida en delitos de tinte mafioso. Esta evidencia refuerza la hipótesis de que se trató de un atentado premeditado y planificado.
Fuentes de la investigación sostienen que el verdadero objetivo de los agresores era el adulto, quien había recuperado su libertad hace pocos meses tras cumplir una condena. Su prontuario incluye delitos vinculados a la venta de drogas y otros hechos de violencia, y su nombre aparece ligado a una disputa territorial entre bandas que operan en la zona.
La causa quedó en manos del Ministerio Público de la Acusación, que ya trabaja en la recolección de testimonios y en el análisis de las cámaras de videovigilancia del sector. Hasta el momento no hay detenidos. Se aguarda la evolución del padre del niño, cuya declaración podría ser clave para esclarecer los hechos.
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