La inseguridad se instaló con fuerza en barrio La Esmeralda, donde los vecinos advierten un alarmante incremento de robos en las últimas semanas. El hecho más reciente ocurrió el miércoles por la noche, cuando delincuentes ingresaron a robar a la sede vecinal tras forzar la puerta.
Lo insólito es que el edificio está ubicado a escasos metros de la Comisaría 27, pero los ladrones actuaron sin impedimentos.
Eliana, vecina del barrio y víctima de un robo, relató que desde hace aproximadamente un mes los episodios delictivos se repiten en la zona. “Rompieron la puerta de mi auto, abrieron el capó, cortaron los cables y se llevaron la batería. Poco después le pasó lo mismo a una vecina en Las Heras y Misiones”, contó a LT10.
Además del robo de baterías, Eliana detalló que se han registrado arrebatos con armas blancas y entraderas en viviendas particulares. “Esta semana volvieron los hechos. El miércoles rompieron la puerta de la vecinal y se metieron a robar. Está al lado de la comisaría… ¿Qué podemos esperar entonces los vecinos?”, se preguntó con indignación.
La mujer lamentó que un barrio que hasta hace poco era tranquilo y familiar, se haya transformado en un lugar donde la inseguridad es moneda corriente. “Antes los chicos jugaban en la calle, ahora tenemos miedo. Patrullaje no hay, y si llamás a un móvil, tarda media hora o una hora en llegar, cuando están a cinco cuadras”, denunció.
Los vecinos reclaman mayor presencia policial y respuestas urgentes ante una situación que, según señalan, está completamente fuera de control.
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