Agentes penitenciarios de la Unidad 1 de Coronda, en la provincia de Santa Fe, detectaron el lunes por la noche un ingenioso método de contrabando de drogas: una paloma mensajera con envoltorios de marihuana atados a sus patas.
El hecho ocurrió cerca de uno de los portones de acceso sobre calle Belgrano, cuando un agente notó un movimiento extraño en el ave. Al acercarse, vio que en cada una de sus patas había algo atado. Se trataba de dos envoltorios que, tras la intervención de la Policía de Investigaciones, se confirmó que contenían marihuana en un peso aproximado a los 61 gramos.
Este modus operandi no es nuevo en la Unidad 1. El 8 de noviembre pasado, se detectó un caso similar, también con una paloma utilizada para transportar droga.
Según se investiga, los presos crían palomas de pichonas, las cuidan y generan una confianza instintiva para que siempre vuelvan hacia determinadas ventanas de las celdas. De esta manera, pretenden que las aves, al tener droga atada a sus patas, la lleven directamente a sus criadores.
El Fiscal Dr. Marcelo Nessier ordenó una investigación y el secuestro de la droga. Se está trabajando para identificar a los presos involucrados en este nuevo caso de contrabando en la Unidad 1 de Coronda.
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