El aire otoñal llegó al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y abrió esperanzas en la población en cuanto a una posible morigeración en el brote de dengue, aunque autoridades sanitarias llaman a no bajar la guardia.
Los expertos confirman que el descenso de temperatura es un factor fundamental para evitar la presencia del mosquito Aedes aegypti que transmite la enfermedad y que ya registró en la Argentina 230 mil casos y 161 muertos. Aun así, expresan la necesidad de seguir cuidándose.
Desde este jueves en el AMBA el otoño empezó a instalarse y el pronóstico de mal tiempo develó que se esperan días con mínimas que rondan entre los 10 grados y máximas no superiores a los 22 grados.
Ante esta situación muchos vecinos celebran que el brote de dengue podría llegar a su fin y la situación empezar a controlarse de a poco. Sin embargo, las autoridades insisten en continuar con los cuidados preventivos ya que, aunque el frío mata a los mosquitos Aedes Aegypty adultos, transmisores de la enfermedad, las larvas y los huevos sobreviven.
Esto se suma a que durante el fin de semana se esperan lluvias lo que provoca que el agua se estanque y pueda volver a proliferar el mosquito vector. Los expertos hablan de temperaturas inferiores a 15 grados durante cinco días para que el mosquito desaparezca.
Para prevenir es importante eliminar el agua estancada en los hogares, mantener mosquiteros, colocarse repelentes y usar ropa que cubra el cuerpo.
NA
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