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Colón: los penales no son suerte

Colón parece estar engualichado este año. Falló 6 penales seguidos este 2023. Con 5 jugadores diferentes
Por Telefe Santa Fé

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Deportes: Colón: los penales no son suerte

Talleres los eliminó de la Copa Argentina. Un karma que no tiene solución. A lo largo de este año, el Sabalero fue víctima de una sequía de errores desde los doce pasos, marcando un alarmante patrón de seis fallos consecutivos. Para colmo, esta serie de fallas involucró a cinco jugadores diferentes, lo que confirma el profundo dilema que enfrenta el equipo de Pipo Gorosito. Cuesta creer que en un deporte donde la precisión y la técnica son claves, un equipo de la calidad de Colón carezca tanto de confianza a la hora de ejecutar. De los últimos 10 penales, malogró 9. En lugar de premiar, parece un castigo. Definitivamente, los penales y la Copa Argentina no son para el equipo santafesino.

Los penales no son suerte. Se ensayan, se perfeccionan y se ejecutan con responsabilidad. Hay también mucha personalidad de por medio. Esta historia de fracasos no sólo plantea interrogantes sobre la preparación técnica y mental de los jugadores, sino que también desafía la lógica y las reglas del juego. ¿Cómo es posible que un club profesional, con jugadores experimentados y talentosos, no sepa aprovechar una oportunidad de oro como ésta?

Es más, ayer un periodista platense con Eduardo Domínguez expresó fuertes críticas hacia la falta de eficacia del equipo en los tiros desde el punto penal. Hizo una comparación entre el rendimiento del equipo «León» y la actuación de la Selección Argentina dirigida por José Néstor Pekerman en el Mundial 2006, que también se despidió en una situación similar. Utilizando este paralelismo, el periodista cuestionó las decisiones tomadas por Domínguez en la serie de penales y señaló que faltó un estudio exhaustivo de los ejecutores adversarios, similar a lo que se habría visto en el partido de octavos de final de Pekerman contra Alemania.

Ante esta peculiar semejanza planteada, el entrenador del equipo «pincharrata» reaccionó enérgicamente, resaltando que su influencia abarca más aspectos que solo los penales. Afirmó que se involucra en todos los aspectos del equipo y desestimó la idea de que un goleador, como Boselli, esté mejor preparado para ejecutar penales debido a su condición de goleador, ya que hay diversos factores en juego. Señaló que es posible entrenar muchas situaciones, pero la específica de los penales es complicada de simular en los entrenamientos.

A pesar de esto, el periodista no quedó satisfecho con la respuesta y señaló los errores de varios jugadores, como Rollheiser, Lollo y Ascacibar. Ante esta objeción, el entrenador respondió que es difícil entrenar para situaciones impredecibles como estas y explicó que, aunque asume su influencia y responsabilidad en el equipo, la elección de los pateadores en situaciones de penales se decide de manera colectiva. Aseguró que se optó por aquellos jugadores como ejecutores por consenso.

Los momentos de presión, como los penales, son conocidos por su intensidad desgarradora. La secuencia de fallos de Colón en esta instancia podría haber desencadenado un ciclo de incertidumbre y nerviosismo, incluso afectando a jugadores que no estuvieron involucrados directamente en errores previos, como Botta, Toledo y Espíndola. En consecuencia, una suerte de karma parece haberse instalado, socavando la confianza del equipo en general. Resolver este desafío no es tarea fácil. Requiere la colaboración conjunta de jugadores y cuerpo técnico. El aspecto mental juega un papel crucial al permitir que los jugadores enfrenten el desafío con serenidad y confianza, en lugar de ser abrumados por la presión del momento. Además, un entrenamiento intensivo y la dedicación a la técnica de ejecución pueden ser claves para romper el ciclo de fracasos.

Los primeros 45 minutos en el Estadio Malvinas Argentinas presenciaron diversos momentos distintos en el desarrollo del partido. En línea con lo que ha estado sucediendo durante este segundo semestre, Colón ha experimentado una transformación significativa gracias a los refuerzos obtenidos en un exitoso mercado de invierno dirigido por José Néstor Vignatti. Este «Nuevo Colón» se distingue notablemente y muestra mejoras sustanciales. Incorporó 7 jugadores de alta calidad, a la espera de sumarse Emmanuel Más y Braian Guille, aunque hasta el momento solo cuatro de ellos (Alberto Espínola, Damián Batallini, Rubén Botta y Favio Álvarez) han sido utilizados en el terreno de jeugo. En el banco, se vio por primera vez a Javier Toledo en acción con luces y sombras. Mientras tanto, «el Flaco» Germán Conti y el paraguayo Ángel Cardozo Lucena se mantuvieron fuera, a la espera de las habilitaciones requeridas. El elenco de Pipo tomó las riendas del partido y demostró un dominio del balón impresionante. Durante un lapso de cinco minutos, exhibió una intensidad que sugería que podría tomar el control por completo. En primer lugar, una hábil habilitación de Botta en la dirección de la diagonal de Conejo Benítez resultó en un disparo que se desvió ligeramente y pasó cerca del palo izquierdo de Herrera. Luego, se repitió la sociedad en crecimiento entre Botta, el exjugador de Tigre, y el centrodelantero en el que Pipo ha confiado. Es interesante cómo el paraguayo ejecutó una diagonal hacia el espacio abierto. Herrera cometió una falta contra el delantero, lo que resultó en un penal que fue cobrado con éxito por Pablo Giménez debido a la pasividad mostrada por la defensa dirigida por Javier Gandolfi.

Sin embargo, como ha sido el patrón a lo largo de este año, la relación entre Colón y los penales parece un karma sin solución. Aunque era crucial convertir, en esta ocasión fue Rubén Botta quien asumió la responsabilidad del disparo, pero su intento falló en la definición. Esto solo subraya el hecho de que, al menos en la Liga Profesional, la Copa de la Liga y ahora en la Copa Argentina, patear y transformar un penal se ha convertido en un problema recurrente para Colón. El comienzo de esta racha se remonta al 13 de marzo, cuando en la séptima jornada Jorge Benítez tuvo la oportunidad desde el punto penal, pero no logró concretar. Pocos días después, en el controvertido partido contra Independiente, Ramón Ábila fue el encargado de ejecutar el penal. Aunque Colón igualó el partido 2-2, Wanchope aprovechó el rebote del penal fallido para establecer la paridad. En la novena jornada, José Neris tuvo la chance de marcar desde el punto de penal a favor de Colón contra Atlético Tucumán, pero falló en el Estadio Brigadier López. Wanchope volvió a enfrentar una ejecución de penal que no pudo convertir en el Libertadores de América ante el Rey de Copas, hace unas semanas atrás. En definitiva, entre los múltiples aspectos negativos que el equipo ha enfrentado a lo largo de esta temporada con dos entrenadores, los penales han emergido como un auténtico karma en la Liga Profesional.

A pesar de las dificultades en la conversión de penales, Colón continuó avanzando con combinaciones efectivas por el sector izquierdo. Hacia el minuto quince, Rafael Delgado se incorporó al ataque por primera vez. En la fase defensiva, el equipo se retrasó 4-4-2 y se organizó en un bloque medio. A medida que Talleres intentaba reunir a numerosos jugadores en el frente de ataque desde el mediocampo, experimentó algunos disparos de media distancia con Ortegoza y Villagra, aunque sin éxito. Con el paso del tiempo, Talleres le empezó a dominar el sector central. La intensidad con la que comenzó el partido ya no se mantenía. El juego prácticamente se alejó de las áreas, sin oportunidades claras de gol. Tras un inicio tumultuoso, alrededor de la media hora, el equipo cordobés tomó el control del juego. Triangulaciones y presión caracterizaron la estrategia del equipo de Gandolfi para acorralar a Colón. No obstante, en Colón se unieron los conocedores del fútbol, como Batallini, quien fue fundamental para respaldar a Delgado en las incursiones de los laterales de Talleres, esta vez por el flanco derecho. Un toque elegante de tres dedos por parte de Batallini encontró a Galván, quien quedó solo ante Guido Herrera y definió cruzado.

Al igual que en el complemento, Colón salió tras los camarines aprovechando las falencias de Talleres en defensa. Gran pelota que pone en soledad Favio Álvarez, otro pase de tres dedos, Tomás Galván ingresó por el callejón del 8. Esperó demasiado ante la salida de Guido Herrera y la pelota terminó en el córner. Otra vez Colón volvió a asumir los riesgos. La línea de 3 que implementó Gandolfi fue un factor clave en el partido, y gran parte del mérito se le puede atribuir al entrenador. Colón tuvo dificultades para leer este cambio táctico y siempre estuvo mal parado ante las situaciones de Talleres. La dinámica que se vivió en este partido evocó ciertas similitudes con la experiencia de la Selección Argentina en las eliminatorias pasadas, aunque con sus propias particularidades. Se asemejó mucho a la Copa América que disputó el elenco de Lionel Scaloni y que terminó consagrándose campeón en el mítico Maracaná, en el sentido de que jugó 45 minutos sólidos, pero al abordar el segundo tiempo adoptó una postura defensiva y replegada, buscando aprovechar los espacios a su favor. En el mejor momento, Talleres logró empatar el partido. ¿Qué quiso hacer Gorosito? ¿Por qué lo metió a Picco para sacar a Moreyra? ¿No era momento para Perlaza para manejar la pelota? Las decisiones tácticas de Gorosito durante el partido ciertas interrogantes. La entrada de Picco careció de un protagonismo notorio y no había demostrado un buen ritmo de juego. Lo que hace aún más incomprensible su inclusión, especialmente cuando había opciones más frescas y dinámica en el banco, como Perlaza y Vega, que podrían haber brindado una chispa de energía distinta. La reacción del equipo no fue evidente a medida que avanzaban los minutos, y fue durante esta fase que Talleres logró darle la vuelta al marcador en cuestión de cinco minutos. El primer gol se originó con un pase astuto de Deprieti a espaldas de Espíndola, seguido por la definición del paraguayo. Luego, Talleres capitalizó un contraataque letal con Benavídez. El jugador se abrió paso hacia el área, buscó dar un pase que resultó en un rebote que él mismo convirtió en gol para el equipo cordobés.

A partir del 1-2, Gorosito optó por realizar cambios tácticos y de jugadores. Introdujo a Wanchope y a Pierotti en lugar de Benítez y Favio Álvarez. Colón también ajustó su sistema a un 4-3-1-2, con Galván en la derecha, Picco como volante central y Batallini en la izquierda. Botta se posicionó como enganche, mientras que los dos ingresantes asumieron roles ofensivos. Los cambios ofensivos continuaron, incluyendo la entrada de Meza por el sector izquierdo y Toledo para colaborar con Wanchope. En una de las primeras jugadas, Toledo capitalizó un rebote de Wanchope, quien logró marcar el empate tras vencer a Catalán en el cuerpo a cuerpo.

En los minutos finales, Talleres tuvo una oportunidad clara de gol, pero Chicco realizó una doble tapada que selló el resultado y forzó a la definición por penales. Este escenario fue problemático para Colón, ya que su historial de fallos desde los doce pasos provocó la ansiedad y el miedo a fallar nuevamente. En este sentido, el partido puso de relieve la debilidad de Colón en los penales, ya que fallaron 3 de los 4 tiros que intentaron.

Bajo la lupa

La figura del partido termina siendo Chicco (8). A pesar de un inicio poco auspicioso para el arquero oriundo de Córdoba, logró recuperarse de manera impresionante y desempeñar un papel crucial en el desarrollo del partido. En los primeros momentos, cometió un error defensivo que resultó en una situación complicada para su equipo cuando los delanteros de Talleres presionaron intensamente en su área. Sin embargo, respondió admirablemente al cabezazo de Catalán, desviando la pelota hacia el córner y evitando mayores problemas. En el segundo tiempo, mantuvo su desempeño destacado. Exhibió reflejos agudos al desviar un potente disparo de Nahuel Bustos desde la medialuna, cambiando la trayectoria de la pelota apenas a un costado de su poste derecho. Sobre el cierre del partido, realizó una doble atajada espectacular. Se adelantó rápidamente y bloqueó el primer intento de Benavídez, protegiendo su arco con su cuerpo. Cuando el rebote llegó nuevamente a los pies de Benavídez, volvió a reaccionar instantáneamente y detuvo el segundo intento, desviando la pelota hacia un córner. En la serie de penales, le detuvo el penal a Sosa.

Flojo partido de Espíndola (3). El lateral proveniente de Cerro Porteño o experimentó un rendimiento deficiente en el partido. A lo largo de todo el encuentro, mostró dificultades para contener los desequilibrios generados por Ramon Sosa, uno de los más hábiles gambeteadores en la Liga Argentina. Falló en detectar el preciso pase de tres dedos de Deprietri en dirección a Sosa, lo que resultó en el gol del empate para la T. Además, tuvo una oportunidad de cabezazo que pasó cerca del palo derecho de Herrera. Lamentablemente, su actuación se vio empañada aún más por la pena máxima que ejecutó y erró, agregando a su actuación un elemento de desdicha adicional.

La dupla de zagueros centrales fue lo más solida del bloque defensivo, sumando las atajadas de Chicco. Se nota que Nardelli (5) mejoró tanto en su condición física como en su desempeño en el terreno de juego. Estuvo concentrado en todo momento. Evitó cometer errores e hizo la simple. Durante el partido, fue el jugador que más balones recuperó. Tanto en los duelos aéreos como en los uno contra uno, demostró solidez. Demostró habilidad en la suplencia de Paolo Goltz. Además, tuvo interacciones destacadas en enfrentamientos con Sosa. Sin embargo, en la definición desde el punto penal, su intento fue detenido por Herrera. Por otra parte, Garcés (6) y otra correcta actuación en el partido. Es un jugador que infunde confianza en la marca. Un ejemplo de esto fue cuando despojó a Depietri del balón antes de que pudiera disparar a puerta desde el punto penal y lo sacó del campo. Mostró tranquilidad y compostura en su juego. Cada vez que se encontró en duelos individuales con Deprietri, prevaleció con éxito el jugador de El Quillá.

Por izquierda, Delgado (5) sufrió cada vez que lo atacaron. Sin embargo, su experiencia se dejó notar. Durante la primera mitad, intentó participar en combinaciones en el sector izquierdo del campo. Alrededor del primer cuarto de hora, se aventuró en un avance hacia el ataque, buscando generar un centro hacia el área para encontrar a Conejo Benítez; en lugar de ello, obtuvo un tiro de esquina. En el 2-1 de Talleres, tuvo mucha mala suerte, ya que el rebote de la jugada le cayó a Benavídez y terminó en el fondo de la red.

En la mitad de la cancha, Álvarez (4,5) perdió la pelota que resultó en el segundo gol de Talleres. Si bien posee habilidades técnicas, le cuesta asumir la responsabilidad defensiva y marcar cuando el oponente se encuentra en posesión del balón. Destacó por brindar un pase de tres dedos a Tomás Galván, quien se encontraba en solitario, pero su intento fue frustrado por la intervención del arquero de Talleres. En cuanto a «Chicho» Moreyra (5) inició el partido de manera auspiciosa, mostrando compromiso y movilidad al realizar tareas defensivas en el sector central. Pero, a medida que avanzó la primera mitad, Talleres logró imponerse y ejercer presión en esa zona, lo que dificultó su tarea al detectar los movimientos de Villagra, Ortegoza y Bustos. Apenas transcurrieron cuatro minutos en el segundo tiempo cuando solicitó ser reemplazado, ya que su participación en el partido se vio comprometida debido a una pubalgia que arrastraba.

Galván (6) está demostrando ser uno de los jugadores que está experimentado un renacimiento bajo la dirección de Gorosito.. Aunque su influencia en el partido no había sido destacada hasta el minuto 39 de la primera mitad, logró generar un desequilibrio importante. En esa ocasión, se encontró en una posición de uno contra uno con el arquero Herrera y logró concretar un disparo dirigido al poste derecho. Al comienzo del segundo tiempo, nuevamente se destacó al ingresar en solitario por el costado derecho. Sin embargo, esta vez su intento fue frustrado ya que esperó un poco demasiado antes de enfrentar la salida de Guido Herrera, lo que resultó en un desvío de la pelota que terminó en un tiro de esquina. Esta jugada evidenció la disposición del equipo de Colón a asumir riesgos y buscar oportunidades de ataque, incluso en situaciones de presión. Como enganche, Botta (6) exhibió un inicio de partido espectacular, demostrando gran acierto en sus acciones. Desde los primeros minutos, se lució al hacer todo de manera acertada. En su primera intervención con el balón, habilitó a Benítez, quien disparó con fuerza pero la pelota pasó cerca del poste izquierdo de Herrera. Al minuto siguiente, nuevamente colaboró en la efectiva conexión que está surgiendo entre él y Conejo Benítez. Además, asumió la responsabilidad de ejecutar un penal, sin embargo, al abrir demasiado su pie, su disparo se desvió al costado del poste. Esto le dio un respiro a Talleres, que necesitaba ajustar rápidamente su defensa ante las dos oportunidades que Colón había tenido en tan solo 5 minutos. En la segunda mitad, perdió un poco de ritmo, pero aun así tuvo influencia. Contribuyó en la creación de jugadas al recuperar el balón y asistir a Espíndola con un pase preciso. Su desempeño temprano en el partido dejó en evidencia su impacto en las oportunidades de ataque del equipo y puso a Talleres en alerta ante el potencial del Sabalero.

Batallini (5) tuvo un desempeño que no logró marcar una diferencia notoria en la fase ofensiva. Durante el partido, retrocedió constantemente para brindar apoyo a Delgado en el sector izquierdo. Fue siempre una opción de respaldo para contribuir en tareas defensivas. Gran pase de tres dedos para la definición de Galván en el 1-0.

Arriba, el Conejo Benítez (5) comenzó el partido mostrando una gran movilidad, incluso al inicio intentó un disparo que pasó cerca del poste izquierdo y luego sufrió una falta que resultó en un penal a favor de su equipo. Si bien logró generar algunas faltas y mostró habilidad para jugar de espaldas, no logró tener precisión en los momentos decisivos en los metros finales, lo que afectó su impacto en el marcador.

En el complemento, Gorosito advirtió que le faltaba presencia en el sector central. Picco (3) lo reemplazó a Moreyra tuvo dificultades en su desempeño. No logró realizar recuperaciones efectivas en la zona media y tampoco demostró un buen manejo de la pelota. Sus acciones quedaron a medio camino en varias ocasiones y no pudo evitar el remate que culminó en el gol de Benavídez. Lo mejor que le hizo ponerle una pelota entre líneas a Benítez y no pudo ganarle la cuerda a Rodríguez. Wanchope Ábila (5) al igual que en el partido en Santa Fe, le volvió a tirar la experiencia encima a Catalán. Aguantó la pelota de espaldas y lo asistió a Toledo. Lamentablemente, cayó en posición adelantada en varias veces y no tuvo oportunidades para patear al arco. De hecho, se tiró por la banda derecha para desequilibrar y tampoco tuvo suerte. El día de ayer, Pierotti (4) fue convocado a la Sub23 de Javier Mascherano. No pudo desequilibrar como lo hacía en velocidad y su rendimiento estuvo por debajo de sus capacidades previas. Por el carril izquierdo Meza (-) entró para desequilibrar con espacios a su favor. Acertó la definición desde los doce pasos, siendo el único en convertir.

Javier Toledo (-): En su debut con la camiseta de Colón, demostró su instinto goleador al marcar un gol apenas dos minutos después de ingresar. Fue oportunista al aprovechar una pelota que Ábila mantuvo en el área y remató con zurda para igualar el marcador. Sin embargo, su actuación en la definición por penales no fue la esperada, evidenciando dificultades en su ejecución.

Néstor Gorosito DT (6):Mostró estar a la altura frente a uno de los equipos más destacados del país. En momentos, incluso superó a Talleres, resaltando su carácter competitivo. Se mantuvo firme y enfrentó a su oponente con determinación, sin amilanarse en ningún momento. Lo único para reprocharle es nuevamente por que volvió a ceder la iniciativa el complemento a un equipo como Talleres.

Fuente: Soy Deportes