Deportes

Perdonar es un pecado capital que suele tener un precio muy alto

La mediocridad es un término que se utiliza para describir una cualidad o estado de mediocridad, es decir, una falta de excelencia o calidad destacada en una persona, obra, producto o desempeño. Se refiere a la condición de estar en un nivel promedio o común, sin sobresalir o destacar en ningún aspecto particular
Por Telefe Santa Fé

Perdonar es un pecado capital que suele tener un precio muy alto | Deportes
Deportes: Perdonar es un pecado capital que suele tener un precio muy alto

En diversos contextos, la mediocridad puede aplicarse a diferentes áreas, como el arte, la música, el deporte, la educación, el trabajo, etc. Cuando se dice que alguien o algo es mediocre, se está expresando que no alcanza un nivel de rendimiento o logro notable, y en su lugar, está en un nivel intermedio o por debajo de lo esperado.

La mediocridad puede surgir por diversas razones, como falta de esfuerzo, falta de habilidades o talentos sobresalientes, falta de motivación o simplemente conformismo con resultados mediocres. En contraste, la excelencia se opone a la mediocridad, y se refiere a alcanzar un nivel excepcional, sobresaliente o superior en una determinada área.

En la fresca noche de La Paternal, la jerarquía y el talento jugaron un papel fundamental para determinar el destino de Colón. El conjunto rojinegro experimenta un desequilibrio en esa ecuación. Dejó al descubierto la brecha que existe entre ambos equipos. El fútbol no perdona. Otra vez, dejó mucho que desear en lo futbolístico. Con un solo triunfo en los últimos diez encuentros disputados, el equipo se encuentra en un momento delicado. Cada punto perdido es un paso más hacia la preocupación, el equipo se encuentra en un momento delicado. Cada punto perdido es un paso más hacia la preocupación y la urgencia de revertir la situación.

La jerarquía, ese atributo que lo separa de los grandes equipos, brilla por su ausencia. Dentro de los equipos “terrenales”, Argentinos Juniors es un equipo que siempre tuvo esencia. Demostró tener una cohesión y un ADN que supera a sus rivales a través de la tenencia de la pelota. Los resultados no mienten: la brecha entre ambos equipos es notoria.

Sería un grave error si en el Mundo Colón se conforman con los quince minutos en el segundo tiempo donde Colón tuvo cuatro situaciones para abrir el marcador, e incluso desde los doce pasos. La falta de contundencia y eficacia en el ataque, combinada con una defensa permeable, lo llevó a sufrir una derrota que resulta sus debilidades. Los hinchas, ansiosos por ver a su equipo primero ganar, y luego jugar bien se encuentran preocupados y, en ocasiones, desesperanzados. El pecado capital del fútbol, el perdonar oportunidades y puntos valiosos, tiene un precio elevado, y Colón está pagando las consecuencias.

Desde que salió campeón aquel 4 de Junio en la Copa de la Liga 2021, hizo todo mal. Dejando paso a una realidad inquietante que sus hinchas no pueden ignorar. El análisis de los últimos tres mercados de pases pone en evidencia una falta de jerarquía y decisiones cuestionables por parte de la dirigencia, que han llevado al equipo a un presente preocupante.

En el primer mercado de mediados del 2021, Colón se reforzó con apenas tres jugadores, ninguno de los cuales llegó para ser titular indiscutido. Aunque Lucas Beltrán logró destacarse y se convirtió en una pieza importante, los demás no pudieron consolidarse. El bajo rendimiento de Nahuel Gallardo y Mauro Formica ha sido notorio, mientras que la partida del destacado Pulga Rodríguez y Gonzalo Escobar dejó vacíos difíciles de llenar.

El segundo mercado de pases, ya bajo el mando de Julio César Falcioni, trajo nombres importantes como los del Pulga y Ramón Ábila. Sin embargo, el resto de los refuerzos no estuvo a la altura y no lograron consolidarse como titulares. La partida de jugadores importantes como Facundo Mura, Gonzalo Piovi y Alexis Castro dejó un vacío difícil de llenar, y la apuesta por nuevos talentos no dio los resultados esperados.

Las partidas determinantes como Rodrigo Aliendro y Federico Lértora fueron notoriamente perjudiciales. No supo suplir sus ausencias y su jerarquía se vio seriamente afectada. Además, las incorporaciones no fueron la solución esperada, con pocos jugadores que se destacaron. El análisis muestra un Colón que perdió jerarquía tanto dentro como fuera de la cancha. La partida del técnico campeón y la llegada de entrenadores que no lograron encajar con el equipo, generaron inestabilidad. La dirigencia no ha sabido tomar decisiones acertadas en los mercados de pases, y los resultados están a la vista.

La preocupación es palpable entre los hinchas, que ven cómo su equipo enfrenta una realidad difícil de afrontar. Gorosito se encuentro con un plantel limitado, que no lo armó él y que luchó con sus falencias y la falta de gol que arrastra desde la época de Falcioni. Los empates se volvieron frecuentes y el equipo necesita un impulso para salir adelante.

La esperanza radica en un futuro mercado de pases exitoso y un buen desempeño en el torneo venidero, pero la dirigencia debe tomar decisiones más acertadas para lograrlo. El presente de Colón es una llamada de atención para reflexionar sobre los errores cometidos y buscar soluciones efectivas. La gente anhela ver un equipo competitivo y con jerarquía, capaz de volver a disputar los primeros puestos en el torneo, y es el momento de actuar para lograrlo.

En cuanto al partido, Colón le cedió la iniciativa en los primeros minutos, mostrando imprecisiones y recurrir a una pierna fuerte para contener al rival. Sin embargo, el equipo sabalero se mantuvo firme en su defensa, esperando bien armado atrás ante un Argentinos Juniors que poco a poco fue creciendo en el juego.

El Bicho movió la pelota de un lado a otro, buscando espacios para penetrar, especilamente aprovechando las espaldas de Meza, quien tuvo un discreto partido, en la marca y en la proyección.La primera oportunidad clara llegó con una gran jugada de Gabriel Ávalos, quien asistió a Gastón Verón para un tremendo derechazo que se estrelló en el poste derecho de Ignacio Chicco. Fue una señal de la superioridad que Argentinos iba mostrando gradualmente.

Sin embargo, Colón no se intimidó y respondió con una gran acción de Baldomero Perlaza, que habilitó a Facundo Farías, cuyo remate se desvió en un defensor y se fue cerca del arco de Alexis Martín Arias. Pero el Bicho no tardó en responder con un cabezazo de Verón que terminó en las manos del arquero sabalero.

El juego cayó en una meseta, donde a los de Gabriel Milito le faltó creatividad en los últimos metros, mientras que Colón se resguardó defensivamente, pero tuvo dificultades para tener el control de la pelota y generar ocasiones claras. El equipo de Milito presionó hacia el final del primer tiempo, especialmente en jugadas de pelota parada, donde Colón se defendió con solidez.

La segunda mitad comenzó con una sorpresa, donde el Bicho tomó desprevenida a la defensa de Colón, pero Gian Nardelli apareció a tiempo para desviar un centro peligroso enviado por Ávalos al área. Los mejores minutos de Colón llegaron con un contragolpe rápido, pero Farías no pudo dirigir su potente disparo en dirección al arco.

Alexis Martín Arias se convirtió en la figura clave, salvando dos ocasiones de gol, primero ante Santiago Pierotti y luego atajando un penal ejecutado por Farías. Sin embargo, el Bicho recuperó la iniciativa y, en una jugada polémica, se sancionó un penal por una falta sobre «Kily» Vega, que fue cambiado por gol por Gabriel Ávalos con un impresionante disparo. Fuerte al medio. Como explican los manuales.

Gorosito buscó más peso ofensivo con los cambios, pero Colón luchó por encontrar claridad frente al arco de Argentinos, que a su vez tuvo oportunidades para ampliar la ventaja, pero no pudo concretarlas. En los minutos finales, Colón se mostró sin ideas ni fútbol para igualar el marcador, mientras que Argentinos continuó perdiendo oportunidades para aumentar su ventaja.

Chicco (4) dejó mucho que desear en ciertos aspectos. Si bien controló algunos disparos de larga distancia sin problemas, lo cierto es que mostró dificultades en la administración de la pelota, cometiendo errores con los pies que pusieron en aprietos al equipo sabalero. Uno de los momentos más preocupantes fue en el comienzo del segundo tiempo, cuando tuvo un yerro defensivo ante Paolo Goltz, que estuvo cerca de costarle la apertura del marcador al Bicho de La Paternal. La falta de precisión en el juego con los pies generó una situación de riesgo que podría haber sido aprovechada por el dueño de casa. Además, en el gol de Gabriel Ávalos desde los doce pasos, poco pudo hacer ante el fuerte disparo del delantero de Argentinos Juniors.

Si bien el planteo táctico de Gabriel Milito fue inteligente al bloquear la subida por la banda derecha, Meza (3) no gozó con la oportunidad para proyectarse y se vio superado cada vez que AAAJ volcó su juego hacia sus espaldas, dejándolo en situaciones de 2 contra 1 con el rival. El tándem formado por Bittolo y Montiel fue eficaz en obstruir las posibilidades de avanzar y generar peligro en el ataque. No tuvo espacios y tampoco respalda en la banda derecha. Los minutos finales del encuentro fueron verdaderamente difíciles para él, ya que se encontraba abrumado y vulnerable en defensa. Su aporte en ataque fue nulo y en defensa «hizo agua».

Al igual que el arquero, Nardelli (4) dejó al descubierto varias falencias en su manejo de la pelota, especialmente en los cambios de frente, donde cometió muchas imperfecciones. Un mal cierre suyo dejó servido el gol a Gabriel Ávalos, el goleador de Argentinos Juniors. Afortunadamente para el Sabalero, el remate del paraguayo no fue preciso y terminó en las manos de Chicco. En el arranque del complemento, puso de manifiesto su concentración al despejar un centro peligroso del delantero paraguayo Ávalos, enviándolo al tiro de esquina Sin embargo, su rendimiento fue intermitente, con momentos de acierto y otros menos positivos.

En un partido donde cuesta elegir a una figura de Colón, lo de Goltz (6) en términos generales resulta muy correcto su desempeño. Sobrio en lo defensivo. Evitó cometer errores y caer en la imprecisión generalizada del equipo a lo largo de los 90 minutos de juego. El defensor luchó mano a mano con Gabriel Ávalos y pudo ganarle el duelo, lo que demostró su solidez como marcador y su capacidad para enfrentar a delanteros peligrosos. La presencia en la línea de cinco defensores brinda una importante solidez defensiva, aportando experiencia y liderazgo para comandar su zaga.

Ni bien ni mal para Garcés (5). Puede ser que en los minutos finales se vio afectado por momentos de desconcierto puro en el bloque defensivo. En esos momentos de confusión en la zaga pudo haber ampliado la diferencia en el marcador los de Gabriel Milito, pero no tuvo profundidad. En cuanto a lo de Delgado (5) tuvo momentos destacados. Un remate que se desvió en un defensor y se fue cerca del arco de Arias. Fue una de las aproximaciones más clara que tuvo Colón en los primeros cuarenta y cinco minutos. Generó el penal que luego desperdició Farías. Sin embargo, a partir del 0-1 en contra, dejó muchos espacios en su carril defensivo, lo que fue aprovechado por los jugadores de Argentinos Juniors, Metilli y Nuss.

Hay algo que va a tener que aprender si o si Perlaza (4) y es que no se puede jugar con el freno de mano puesto. La movilidad y la velocidad de los volantes de Argentinos Juniors jugaron permanentemente a sus espaldas. Esto lo llevó a tener dificultades a lo largo de todo el encuentro, mostrándose lento para trasladar la pelota y siendo anticipado constantemente por los rivales. La falta de agilidad en su juego hizo que no lograra imponerse en la zona media y le costó mantener el control de la pelota. Sin dudas que Vega (3) será uno de los jugadores que una vez que termine su contrato con la entidad del Barrio Centenario rescindirá su contrato y no será más jugador de Colón. La ubicación de Verón detrás suyo le generó problemas y sufrió casi siempre la marca. Su falta de precisión y llegadas tardías a los cortes lo llevaron a no poder ganar duelos importantes en el partido. Además, no pudo marcar la diferencia en la mitad de la cancha, ya que no logró imponerse y hacerse dueño de la zona central. Su falta de pases precisos y la ausencia de pases filtrados para romper la defensa rival lo hicieron poco influyente en la creación de juego. Para colmo, la falta cometida por sobre González Metilli en el área derivó en un penal sancionado por el árbitro después de la revisión del VAR. Esto permitió a Gabriel Ávalos convertir un gol con un tremendo disparo, acentuando aún más la complicada noche del volante santiagueño.

La crónica dirá que tuvo tres jugadas y no las supo aprovechar, pero la única verdad es la realidad, como dijo el General Juan Domingo Perón y es que Pierotti (5) fue el jugador más peligroso de Colón en el ataque. Sorpresivamente, fue ubicado por Gorosito como volante por izquierda, mientras que en el partido anterior jugó por la banda opuesta en una línea de 4 volantes con el objetivo de mantener un equipo corto y compacto en 15-20 metros. En el primer tiempo, vislumbró destellos de creatividad y visión en su juego, entregando un pase entre líneas a espalda de los centrales para Perlaza, quien no pudo definir. Sin embargo, con el correr de los minutos, su participación en el ataque se fue apagando y su influencia en la creación de juego disminuyó. Le vino bien el adelantamiento de líneas ya que fue más incisivo en el ataque. Fue el artífice de una de las jugadas más claras de Colón en el contragolpe, con un pase preciso para Facundo Farías, cuyo remate terminó en las manos del arquero Martín Arias. Además, tuvo otra oportunidad con un potente disparo que el arquero rival desvió magistralmente al córner. No obstante, el impacto negativo del penal malogrado por Facundo Farías afectó al equipo y también al oriundo de Pilar quien se vio menos influyente en el juego durante los minutos finales del partido.

Farías (4) vivió horas especiales en el partido tras conocerse su venta al Inter de Miami. Inicialmente, no estaba incluido en la lista de viajeros a Buenos Aires, pero debido a demoras en la documentación, finalmente fue convocado y formó parte del equipo titular. Sin embargo, se le asignó una posición poco habitual para él, jugando como una especie de «8» bis. Estuvo incómodo en todo momento y no estuvo a a la altura de lo que él puede brindar. A pesar de entrar en contacto con la pelota recién a los 20 minutos de juego y generar una chance, no se sintió cómodo y por eso, para los segundos cuarenta y cinco minutos pasó a jugar por izquierda. Sacó un fuerte derechazo al cual le faltó dirección y terminó en las manos de Martín Arias. Falló su penal cuando el partido estaba 0-0. Por último pero no menos relevante, lo de Ábila (3) en la noche de La Paternal fue flojísimo. A pesar de luchar, correr y meter en el campo de juego, el delantero estuvo a contramano y no pudo desatacar en las jugadas de peligro. Jugó principalmente de espaldas al arco y mostró ciertas inseguridad al momento de resolver con la pelota. Intentó dirigir un contraataque, no obstante lo argumentado, su centro fue despejado por un defensor, sin llegar a concretar una acción de peligro.

Los cambios no surtieron efecto. Gorosito realizó cambios y mandó a la cancha a Troncoso (-) y Galván (-) con el objetivo de ganar desequilibrio y peso ofensivo. Sin embargo, a pesar de estas modificaciones, Colón no llegó más con peligro excepto los quince minutos de la parte final. No gravitaron y les costó generar ocasiones claras de gol. Argentinos, por su parte, estuvo cerca de liquidar el partido en varias ocasiones, pero falló en la puntada final.

Néstor Gorosito (DT): Su equipo juega cada vez peor. Colón intentó, pero no ligó. Perdonó y lo pagó muy caro ante Argentinos Tuvo situaciones demasiado claras y no logró ponerse en ventaja. No aprovecha ni cuando lo benefician. Hace cuatro partidos que no puede hacer un gol. Merecía más, pero no puede errar tanto. Fue derrota 1-0.

Fuente: Soy Deportes