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Santiago Grassi, el olímpico universitario que tuvo coronavirus, volvió al agua y va camino a la NBA de la natación

En una entrevista con un matutino porteño, el santafesino de 23 años y medallista panamericano habla sobre Tokio 2020 y el desgaste mental, mientras está a punto de graduarse en Auburn en Marketing.
Por Telefe Santa Fé

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Deportes: Santiago Grassi, el olímpico universitario que tuvo coronavirus, volvió al agua y va camino a la NBA de la natación

Kobu es el rey de la casa. Despliega su pachorra en todo momento y su amo, dueño y amigo lo aprovecha para contagiarse. Es que los días de Grassi parecen tener más de 24 horas y una vida en la montaña rusa lo lleva a necesitar bajar varios cambios. Entonces aparece Kobu para que el santafesino pise tierra firme... cuando sale del agua.

Dio un vuelco cuando hace tres años y medio se fue a vivir, estudiar en la universidad y competir en Auburn. En esa ciudad de Alabama, Estados Unidos, el joven mejoró sus marcas, está a punto de graduarse en Marketing, hizo la cuarentena, se contagió y se curó de coronavirus y está a punto de ser confirmado como el primer argentino miembro de “la NBA de la natación”.

La International Swimming League (ISL, en sus siglas en inglés) es un circuito profesional en el que compiten franquicias, con la participación de los mejores nadadores del planeta. Los Ángeles Current, New York Breakers y DC Tridents se “pelearon” por sumar a Grassi a sus planteles. Y este miércoles 9 de septiembre se develará a quién representará.

Un orgullo para la natación argentina y para este muchacho de 23 años que fue medallista panamericano en Toronto 2015 (plata en 100 mariposa) y Lima 2019 (bronces en 4x100 medley y mixto medley), y clasificado para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Como Santiago no cobra por nadar, ya que esta becado por la Universidad de Auburn, pasar a competir de manera profesional le permitirá ganar dinero para sostener su carrera deportiva y su residencia en los Estados Unidos, además de seguir midiéndose con los mejores.

“Es realmente la NBA de la natación”, sintetiza Grassi sobre la ISL, que tuvo el año pasado un presupuesto de 20 millones de dólares, de los cuales 6 millones fueron a los bolsillos de los nadadores por participación y premios.

Fuente: clarin.com