Amy Winehouse estaba en el pico más alto de su carrera cuando murió el 23 de julio de 2011, con sólo 27 años, como consecuencia de una intoxicación alcohólica, aunque en su cuerpo tenía las marcas de varios excesos que arrastró durante los últimos años.
Muchos señalaron a Blake Fielder-Civil, que por ese entonces era su marido y también sufría adicciones. Este 14 de septiembre, la cantante hubiese cumplido 40 años y su marido decidió recordarla.
“Siempre, siempre la extrañaré. Ella era mi mejor amiga”, dijo el actor, quien admitió haber sido culpable de las adicciones de la cantante, aunque remarcó que no fue responsable por el trágico desenlace.
“Esa es una de las razones por las que quería hablar hoy. No puedo cambiar lo que otras personas sienten al respecto, pero personalmente necesitaba dejar de cargar esa cruz. Yo mismo he cargado con eso durante más de diez años. Para ser honesto, siento que soy la única persona dentro de esta historia que alguna vez se ha responsabilizado, que alguna vez ha tratado de decir: ‘Sí, cometí algunos errores enormes’”, le manifestó Blake a Good Morning Britain.
“Yo era un drogadicto de veintitantos años. No tenía la menor idea de cómo limpiarme y menos sabía cómo limpiar a alguien más que, además, era un gran engranaje de la maquinaria de un sello discográfico. Había intereses creados en que Amy siguiera actuando”, agregó.
“Creo que la fragilidad es con lo que la gente se conecta en los álbumes y en la composición”, remarcó Blake.
Amy Winehouse conoció a Blake Fielder-Civil en 2005. Estuvieron juntos durante un año y se separaron por infidelidades de él. En 2007 retomaron la relación y se casaron en mayo de ese año en Miami. En 2009 se divorciaron y cuando Amy murió, en 2011, Fielder-Civil estaba preso y luego en 2012 tuvo que ser hospitalizado por una sobredosis.
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