Es por ello que cualquier tipo de alteración en esta glándula puede afectar, muchas veces de forma visible, la salud integral de un individuo.
Puede verse afectada por dos tipos de anormalidades: alteración en su estructura, sea por aumento de tamaño o aparición de nódulos, o en su función, siendo el hipertiroidismo un aumento de las hormonas tiroideas, y el hipotiroidismo una disminución o déficit de las mismas.
ALGUNOS SÍNTOMAS
Hipertiroidismo
Piel cálida y sudorosa
Ojos saltones y mirada brillante
Diarreas frecuentes
Aumento de la frecuencia cardíaca con palpitaciones
Intranquilidad
Insomnio
Temblores
Pérdida de peso
Hipotiroidismo
Piel seca y fría
Caída de cabello
Constipación
Disminución de la frecuencia cardíaca
Somnolencia
Dificultad para bajar de peso
¿CUANDO ES CONVENIENTE REALIZAR LA CONSULTA MÉDICA?
• Si tenés familiares con algún tipo de Enfermedad Tiroidea.
• Si presentás alguno de los síntomas mencionados anteriormente
• Cuando por alguna alteración en análisis o examen físico, el médico lo considere necesario.
• Ante la aparición de un nódulo en la zona anterior de cuello.
La alteración de dichas hormonas genera síntomas, que pueden confundirse con el diagnóstico de otras enfermedades de origen psiquiátrico, cardiológico y gastroenterológico.
Las principales funciones de la glándula tiroides son las siguientes:
- Produce y libera las hormonas tiroideas T3 (triyodetironina) y T4 (tiroxina), controladas por la hormona TSH (hormona estimulante de la tiroides). Estas hormonas están vinculadas o relacionadas con el crecimiento, el mantenimiento de la mayor parte de las funciones corporales y la regulación del metabolismo.
- Regula los procesos metabólicos, tales como la temperatura corporal, frecuencia cardíaca y el consumo de energía del organismo.
- Incide en la regulación del sueño, el apetito y el carácter.
El diagnóstico precoz de este tipo de enfermedades ayuda al tratamiento y permite llevar una mejor calidad de vida.
La alimentación juega un factor clave para mantener la tiroides equilibrada, ya que esta glándula necesita yodo para segregar sus hormonas. El yodo es un mineral que se obtiene en mayor o menor medida de ciertos alimentos, por lo que una dieta equilibrada, rica en frutas y hortalizas debería ser suficiente para mantener una tiroides sana.
Qué alimentos evitar cuando se sufre de tiroides
Esta pregunta no tiene fácil respuesta, ya que dependiendo de si se sufre alguna patología relacionada con la tiroides o no, se debe prestar más atención a ciertos tipos de alimentos o a otros. Igualmente, estas patologías relacionadas con la tiroides deben estar diagnosticadas, tratadas y supervisadas por un profesional.
Así, cuando se tiene hipertiroidismo, se debe reducir la ingesta de productos que tienen más concentración de yodo. Así, estos son los alimentos a evitar si se sufre hipertiroidismo:
- Sal
- Pollo
- Ajo
- Pescados, como el mero o el bacalao
- Mariscos, como las gambas o los langostinos
- Leche y sus derivados
- Verduras, como las judías verdes
- Frutas, como la piña
Por el contrario, las personas que tienen hipotiroidismo deben hacer lo contrario, es decir, aumentar la ingesta de yodo y evitar aquellos que limitan la absorción de este mineral en el organismo.
Así, se debe incluir en la dieta sal yodada, una solución que también se da en zonas donde es necesario aumentar de esta forma el consumo de yodo por su escasez en la tierra. Igualmente, algunos tipos de pescados y mariscos contienen buenos niveles de yodo.
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