La mañana de este lunes comenzó con una protesta de pescadores en la Fuente de la Cordialidad, a la vera de la Ruta Nacional 168, en el ingreso a la ciudad de Santa Fe. Los manifestantes expresan su malestar por la decisión del Gobierno Provincial de suspender por un año el acopio de pescado de río y de sus afluentes destinado a la exportación.
Pasadas las 9, los pescadores cortaron media calzada de la mano que va hacia Santa Fe y, con el correr de la mañana, definieron realizar cortes intermitentes como modalidad de protesta.
Según advirtieron, si no se concreta una instancia de diálogo con las autoridades antes del mediodía, podrían extender las interrupciones al resto de la ruta, afectando ambas manos de circulación.
Una medida que apunta a la preservación ambiental
Desde el Gobierno explicaron que la resolución no prohíbe la pesca artesanal ni comercial, ni afecta a la venta de peces provenientes de criaderos, pero sí marca un punto de inflexión en el manejo sostenible de los recursos del Paraná.
El contexto ambiental es crítico. Los últimos estudios del Proyecto Ebipes —integrado por Nación, provincias, universidades y la Prefectura Naval Argentina— alertan sobre una drástica caída en los niveles hidrométricos y en la población de sábalos en edad reproductiva: solo 6 de cada 100 ejemplares están en condiciones de reproducirse.
El dato genera preocupación, ya que el sábalo es la base de la cadena alimentaria del río Paraná y una de las especies más importantes tanto para el consumo interno como para la exportación.
A la espera de una reunión
Mientras continúan las manifestaciones, los pescadores aguardan una reunión con funcionarios provinciales para buscar alternativas que mitiguen el impacto económico de la medida sobre las comunidades ribereñas.
La jornada promete ser decisiva: entre el reclamo por las fuentes de trabajo y la necesidad de preservar el ecosistema del Paraná, el conflicto abre un nuevo capítulo en el difícil equilibrio entre producción y sustentabilidad.
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