Portada  |  10 septiembre 2024

Preocupa la bajante del Río Paraná: una crisis sin precedentes en 80 años

Un buque carguero quedó varado en San Nicolás y expuso la gravedad de la bajante que afecta a toda la cuenca del Paraná y Paraguay, complicando la logística portuaria.

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La bajante del Río Paraná está generando preocupación en toda la cuenca del río, afectando tanto a la navegación como a la economía regional. Este fin de semana, un buque carguero con bandera croata, cargado con soja, quedó varado durante 12 horas en la hidrovía a la altura de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, lo que evidenció las severas consecuencias de la bajante que no se veía desde hace 80 años.

Este fenómeno está impactando no solo al río Paraná, sino también al río Paraguay, complicando gravemente la salida de buques de los principales puertos de exportación, especialmente aquellos que dependen del transporte fluvial. El ingeniero Carlos Borus, experto en hidrografía, detalló que estamos ante "una condición extrema para la navegación fluvial comercial y de gran porte", una situación que exige la máxima pericia por parte de los conductores de las embarcaciones, dada la escasez de precedentes en las últimas ocho décadas.

La crisis no parece tener un final cercano. Según los pronósticos climáticos, la perspectiva hasta el 30 de noviembre es desalentadora. Se espera un déficit significativo de lluvias en toda la región del Litoral, lo que prolongaría la bajante e incluso podría agravarla. Actualmente, tanto el río Paraguay como el Paraná atraviesan una situación inédita en los últimos 121 años.

El ingeniero Borus comentó que, si bien por ahora los niveles actuales no implican que los puertos queden completamente fuera de servicio, la logística portuaria se ha vuelto mucho más complicada, y el acondicionamiento de los calados es cada vez más necesario y costoso. "A medida que los niveles son más bajos, las dificultades aumentan", señaló, anticipando que podríamos ver más escenas de buques varados en las próximas semanas.

Este escenario no solo afecta a la navegación comercial, sino que también tiene un impacto directo en la economía. Argentina es uno de los mayores exportadores mundiales de soja, y la bajante del Paraná está afectando tanto la cantidad de carga que los buques pueden transportar como los tiempos de salida de los puertos, lo que repercute directamente en la competitividad del país en los mercados internacionales. Las exportaciones están sufriendo retrasos significativos, y los costos de operación han aumentado debido a la necesidad de reducir el volumen de carga para evitar nuevas varaduras.

Además, la situación está afectando a la biodiversidad de la región. La reducción en los niveles de agua está impactando a las especies de peces que dependen de los caudales para su reproducción y desplazamiento, lo que podría tener consecuencias negativas a largo plazo para los ecosistemas locales y las comunidades que dependen de la pesca como medio de sustento.

Las autoridades están trabajando en diferentes medidas de emergencia para mitigar los efectos de la bajante. Sin embargo, el panorama a largo plazo es incierto. Borus recordó lo que sucedió durante los años 2020 y 2021, cuando también se experimentaron bajantes considerables, aunque de menor intensidad que la actual. "El acondicionamiento de los calados y la logística de acceso portuario es mucho más complicado cuando el nivel del agua es bajo", explicó.

Por otro lado, la falta de lluvias proyectada para los próximos meses complica aún más la situación. En algunos puntos críticos, como los puertos de Rosario, el nivel del agua ya está muy por debajo del ideal para el tránsito seguro de embarcaciones de gran porte. Si las condiciones climáticas no mejoran, las dificultades para acceder a los puertos y cargar buques con plena capacidad seguirán aumentando.

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