Portada  |  15 junio 2021

Universidad reformista: Cómo fue recuperar la UNL después de la dictadura

Entre 1983 y 1986, la Universidad Nacional del Litoral inició un proceso para normalizar su funcionamiento y volver a los valores que le habían dado origen, interrumpidos durante los años en que perdió su autonomía. En un nuevo aniversario de la Reforma Universitaria, y a poco de que se cumplan 40 años de aquel proceso que le permitió recuperar su vida académica y política, la UNL emprende una serie de acciones para poner en valor ese período y la figura de quien lo encabezó: Benjamín Stubrin.

Información General

Cada 15 de junio se conmemora un nuevo aniversario de la Reforma Universitaria de 1918, una fecha significativa para la Universidad Nacional del Litoral, creada un año después de aquellas luchas que dieron lugar a un modelo de universidad democrático.

 El aniversario genera cada año nuevas lecturas de aquel acontecimiento, preguntas acerca de cómo pensarlo en el contexto actual y cómo se actualizan sus principios de autonomía, cogobierno, libertad de cátedra, pluralismo ideológico, desarrollo de la investigación y proyección social del conocimiento. En este 2021, la UNL emprende la tarea de recuperar un período de su historia reciente, entre 1983 y 1986, en el que se normalizó su funcionamiento, a la luz de los valores reformistas.

Para estudiar en profundidad ese proceso que encabezó Benjamín Stubrin y poner en valor su trabajo como rector normalizador de la UNL, el Consejo Superior creó una Comisión Homenaje -mediante Resolución N°81/21- que ya empezó a trabajar en torno a propuestas para los próximos meses.

Entre las acciones que comenzaron a delinearse se encuentran la realización de paneles con conferencias sobre el tema, la edición de un libro y el desarrollo de una exposición que deje testimonio de la etapa de normalización de la UNL y rescaten la figura de Stubrin. 

Ponerle fin a la Universidad del miedo

El 13 de diciembre de 1983, a solo tres días de haber asumido como presidente, Raúl Alfonsín firmó el decreto para intervenir todas las universidades nacionales, que pasarían a contar con un Rector Normalizador para restituir su funcionamiento democrático.

La autonomía de las universidades se había visto afectada desde el golpe que destituyó a Arturo Illia, en 1966, por lo que habían sido 17 los años que pasaron intervenidas o dirigidas por rectores designados por el Poder Ejecutivo.

 El 28 de diciembre de 1983, al asumir como rector normalizador de la UNL, Benjamín Stubrin dio un discurso donde planteó los principales objetivos que tenía por delante, que sintetizó cuando dijo que “la Universidad del miedo ha terminado” y anticipó que volvería a abrir las puertas que comunican el edificio del Rectorado con la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, para permitir el libre paso de docentes y estudiantes “porque la presencia de los que enseñan y de los que aprenden indicará constantemente que éste es un establecimiento de enseñanza, y no un ente administrativo encapsulado”.

Era un primer gesto que algunos párrafos más adelante se profundizaba anticipando que su misión era “cumplir la Constitución y la Ley, asegurar la libertad de opinión y la libertad de cátedra, que no tengo ni necesito facultades discrecionales y me satisface tener la obligación de instalar un Consejo Superior y Consejos consultivos de Facultades, con representación estudiantil, órganos de debate y control que evitarán dar la imagen de un Gobierno personal. La Universidad Argentina va hacia la legalidad, hacia la Libertad y la Democracia, al pluralismo ideológico, a la dignificación de sus educadores y a la valoración de los alumnos.

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