La Cámara de Diputados de la Nación aprobó el proyecto de Boleta Única de Papel (BUP), marcando el inicio de una nueva era para las elecciones nacionales en Argentina. Con 143 votos a favor, 87 en contra y cinco abstenciones, esta ley, impulsada por diversos partidos políticos como La Libertad Avanza, PRO, UCR, Encuentro Federal, Innovación Federal y la Coalición Cívica, se implementará a partir de las elecciones de medio término de 2025. Pero, ¿qué implica esta nueva medida y cómo cambiará el proceso electoral del país? A continuación, desglosaremos los puntos clave de este importante cambio.
El sistema de Boleta Única de Papel desplazará la tradicional boleta partidaria. Este cambio, que ha sido respaldado por varios sectores políticos, fue diseñado siguiendo el modelo de la provincia de Mendoza. La boleta estará dividida en filas horizontales, cada una destinada a un cargo electivo, y columnas verticales para las agrupaciones políticas participantes. Esta estructura busca simplificar el proceso de votación y garantizar mayor transparencia.
Durante el debate, se decidió eliminar del modelo la opción de votar una lista completa, lo cual generó disconformidad en un sector de la oposición. No obstante, se espera que este punto pueda ser revisado con un proyecto aparte para permitir nuevamente esa posibilidad.
El presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Nicolás Mayoraz, celebró la aprobación de la ley, destacando la importancia de esta medida para destrabar la discusión que se encontraba estancada en el Senado.
El debate en la Cámara Baja fue intenso, con posiciones claramente divididas. Por un lado, desde la oposición, se destacó la necesidad de modernizar el sistema electoral, mientras que desde el oficialismo se señalaron posibles problemas de implementación y se puso en duda la eficacia de este nuevo sistema.
Desde Unión por la Patria, el diputado Carlos Castagneto pidió al presidente Javier Milei que vete la ley de Boleta Única de Papel, argumentando que el actual sistema electoral ha funcionado adecuadamente durante 40 años, sin denuncias de fraude. Castagneto resaltó que, aunque las elecciones han tenido resultados ajustados, siempre fueron aceptados por las partes, lo cual demuestra la fiabilidad del sistema vigente.
En la misma línea, Carolina Gaillard, otra legisladora del oficialismo, advirtió sobre los posibles efectos negativos del nuevo sistema. Indicó que en provincias donde ya se implementó la boleta única de papel, como Santa Fe, se ha registrado un aumento significativo en los votos impugnados, así como un incremento en el voto en blanco debido a la falta de comprensión del sistema por parte de algunos votantes.
En contraposición, legisladores del PRO, como Sabrina Ajmechet, criticaron al kirchnerismo por defender un sistema electoral que consideran "obsoleto y propenso al fraude". Ajmechet argumentó que la Boleta Única de Papel permitirá que todos los electores puedan votar por el candidato de su preferencia sin importar en qué lugar del país se encuentren, evitando el robo de boletas y otras irregularidades que, según ella, afectan la transparencia de los comicios.
Silvia Lospennato, también del PRO, aseguró que este nuevo sistema eliminará prácticas "vergonzosas" de la política argentina, como el uso de bolsones de comida y electrodomésticos como parte de la campaña electoral, donde los beneficiarios eran obligados a votar por la boleta que se encontraba dentro del paquete recibido.
Por su parte, Karina Banfi, del radicalismo, celebró el acuerdo multipartidario alcanzado para avanzar con la Boleta Única, aunque lamentó que no se haya podido incluir la opción de lista completa, un tema que considera clave para simplificar la elección para los votantes.
La diputada de la Coalición Cívica, Marcela Campagnoli, destacó varios aspectos positivos de la Boleta Única de Papel, comenzando por su impacto ambiental, ya que se reducirá el uso de papel al imprimir una única boleta para cada votante, en lugar de múltiples boletas partidarias. Además, enfatizó que este nuevo sistema será más económico y que mejorará la transparencia del proceso electoral, ya que los partidos y agrupaciones políticas estarán representados en una única boleta, evitando el robo o la falta de boletas en los centros de votación.
"Este es un avance importante para nuestro sistema electoral," dijo Campagnoli. "Permite que los votantes tengan en sus manos todas las opciones disponibles y que ninguna agrupación se vea perjudicada por la falta de boletas."
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