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Aumento del consumo de sustancias: la otra cara de la pobreza en barrios vulnerables

Es lo que advierten desde "Ni un pibe menos", que reclama políticas públicas para revertir esta tendencia que se profundizó con la pandemia.
Por Telefe Santa Fé

Noticias: Aumento del consumo de sustancias: la otra cara de la pobreza en barrios vulnerables

El 44,2% de pobreza en la Argentina demuestra en números el impacto de la pandemia, pero también revela el crecimiento de sectores vulnerables que recurren al consumo de sustancias para sobrevivir al hambre y la miseria.

Mayor vulnerabilidad social de la población y fundamentalmente cuando se destruye el trabajo que lo que construye una oportunidad para la población y en particular para los jóvenes, es cuando aparecen por ejemplo las conductas de consumo, las conductas de violencia, cuando muchas veces aparecen las cuestiones de inseguridad que se manifiestan de esa forma. Tiene que ver con todo lo estructural de todo lo que están excluidos y privado miles y miles de jóvenes, de niños que son -si quieres de los datos de ayer en general-, el que más nos duele”, reflexionó Pablo Landó desde la ONG “Ni un pibe menos”.

Esta es la realidad que se vive en los barrios más pobres de la ciudad de Santa Fe, donde el sinfín de necesidades es atravesado por la grave problemática de adicciones que padecen los más jóvenes. “Venimos de un contexto meses anteriores de encierro. Tengamos en cuenta que para los pibes no estaba la posibilidad del colegio, esa rutina organizadora, formadora, que tantos valores transmite pero estaba cerrado el club, por lo tanto el encierro”.

“Segundo esta situación económica que los números terminan de mostrar, donde también aparece para miles de familias desesperadas donde el Estado no está presente, lo que aparece ese es el narcomenudeo y la posibilidad de algún ingreso a través de -con la vergüenza que se implica con el temor y demás-, de que eso sea algún tipo de salida económica en esa familia desesperada”, agregó el dirigente social.

Y el diagnóstico es mucho más desalentador, advirtió Landó. “Las conductas de consumo que crecen empujadas por la vulnerabilidad social y una situación económica desesperante: esto aparece como salida, esa es la situación del drama que se vive hoy en la barriada”.

La falta de políticas de Estado también genera un vacío para abordar la prevención, sin acciones ni presupuestos acordes para crear una posibilidad de cambio. “No hay una coyuntura hoy que en la política. Se está discutiendo los presupuestos -la provincia aprobó el presupuesto, la ciudad está discutiendo el proyecto de Ordenanza municipal-, y lo que vemos es que faltan decisiones políticas que apunten a esas cuestiones estructurales”, enfatizó. En ese sentido, destacó la falta de recursos para abordar esta problemática tan compleja en presupuestos y herramientas de comunicación.

Lo otro que preocupa y mucho es el consumo en la niñez. En ese caso “aparece la desesperación porque va a apareciendo una mayor tolerancia a los niveles de consumo y la vulnerabilidad social cuando se nos junto con eso, se nos van dando cuadros dramáticos”, concluyó.

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