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En Andorra, la segunda oleada de contagios es peor que la primera

Silvia Abdo, argentina radicada en el país europeo, describió la situación allí. “El turismo hizo que el contagio se cuadruplicara respecto de la primera oleada”, contó.
Por Telefe Santa Fé

Noticias: En Andorra, la segunda oleada de contagios es peor que la primera

Telefe Santa Fe continúa recorriendo distintos países con el fin de describir la segunda oleada de contagios que atraviesa Europa. Este miércoles fue el turno de Andorra, un pequeño país que no ha quedado exento del avance del coronavirus. Silvia Abdo, una argentina radicada allí, describió la situación.

“Es una pequeña ciudad de nuestro país. A pesar de tener una población tan pequeña, tenemos un índice de contagios más alto que la primera oleada. Durante el mes de agosto, han venido de turismo casi un millón de personas. También, durante octubre, hubo una cantidad increíble de turismo. Eso hizo que el contagio se cuadruplicara respecto de la primera oleada, que fue en abril, mayo y junio. Habíamos llegado al contagio cero en julio, pero con el turismo volvió a activarse y ha ido subiendo el índice”, comenzó diciendo.

Y agregó: “este país vive del turismo. Francia y Bélgica tienen toque de queda a partir del fin de semana, Cataluña está estudiando pero Andorra no. Ha cerrado bares y restringido reuniones de más de diez personas, pero se sigue pudiendo recibir al turista. No hay PCR necesario, pueden hacerlo libremente, pero están permanentemente estudiando medidas”.

Sobre los números, Abdo contó que “en la primera oleada tuvimos 56 personas fallecidas. Un 80% eran personas muy mayores. Ahora está colmado de gente mucho más jóvenes. Las escuelas están afectadas, los niños inclusve. De los 3000 casos que hay ahora, con 1200 activos, solo 8 están en terapia intensiva. Se cuadruplicó el contagio pero la cantidad de fallecidos es menor”.

Finalmente, contó como llegó a vivir en aquel país. “Yo me vine en 2017 por una decisión personal de necesidad de cambio. No me arrepiento, Andorra es muy bonito. Yo soy de Tucumán y no estaba acostumbrada. El desarraigo más fuerte que siento es el de los afectos. Más allá de las costumbres de uno. Esta situación donde ha sido un ‘explotar’ hace bastante más difícil el hecho de la distnaica, aunque ha frecuentado más la comunicación vía internet”.