Entraron a robar y se encontraron con su suegra de 94 años: "al menos le dieron un vaso con agua"

“La que la pasó mal fue mi suegra que tiene 94 años, la trataron bien, no hubo violencia ni nada inclusive hasta un vaso de agua le dieron. Por suerte eran bastante tranquilos”, comienza relatando Dardo Maldonado tras el robo que sufrió en su casa cuando la mujer se encontraba sola.

Los delincuentes ingresaron a la vivienda ubicada en una esquina en pleno Guadalupe residencial barreteando un portón lateral y una anciana de 94 años que se encontraba en la casa fue testigo de la entradera. Ocurrió cerca de las 17 de este jueves, cuando sus moradores habían salido para realizar algunos trámites.

“Mi casa está en una esquina- que también implica un poco de seguridad porque estás a la vista de todo el mundo-, pero parece que la seguridad hoy en día…esta gente no respeta nada. Entraron con una palanca barreteando el portón. Son portones de aluminio -que no son de mucha consistencia digamos-, abrieron y entraron. Subieron e hicieron un desastre en el dormitorio”, reflexionó Dardo.

Los ladrones tenían un solo objetivo, pero no conocían todos los detalles de la vivienda “Andaban buscando la caja fuerte -no tengo caja fuerte, no tengo nada, buscaban dinero”, relató después.  “Encontraron una bolsita de alhajas que mi señora tenía que eran recuerdos de mi madre. Había también dinero en la casa, pero no lo encontraron”

“Psicológicamente uno queda mal: es una violación a tu propiedad. Anoche nos fuimos a acostar con mi señora y uno creía que en el dormitorio había alguien o que alguien había estado ahí adentro…una cosa que demorará un tiempo en sacarlo de la cabeza”, dijo resignado desde el lugar de víctima junto a su familia.

Dardo cree que hubo inteligencia previa de los delincuentes: “Nosotros siempre hacemos lo mismo: tipo cinco de la tarde cinco y cuarto salimos a dar una vueltita, vamos al súper, a la farmacia, cosas así… y nos llevará una hora una hora y media. Parece que los tipos estaban afuera esperando que nosotros nos vayamos: a los a los tres minutos, cuatro minutos que nosotros nos fuimos entraron como si fuera su casa, según lo que decía mi suegra”, señaló este vecino que reconoció que se trata de un delito frecuente en el barrio.

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