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"La salud mental y los consumos problemáticos no forman parte de la agenda sanitaria"
Las organizaciones firmantes, todas dedicadas al abordaje de consumos problemáticos, queremos expresar nuestra preocupación ante la situación planteada en el marco de la pandemia del COVID19 y las medidas dispuestas por las autoridades sanitarias nacional, provincial y municipal vinculadas al aislamiento social preventivo y obligatorio, en función de su impacto en nuestros dispositivos de atención y asistencia. El comunicado completo
Por Telefe Santa Fé
"Nuestros dispositivos. Funcionamiento durante la cuarentena. Las personas y los números.
Nuestros dispositivos han continuado funcionando desde que se estableciera el ASPO, por tratarse de una actividad esencial, en virtud de atender problemáticas vinculadas a la salud mental. Es así que, en un presuroso relevamiento institucional, hemos contabilizado que sólo durante la cuarentena hemos abordado la situación de más de 300 usuaries, comprometiendo para ello a cerca de 150 trabajadores.
Asimismo, hemos visto incrementado nuestros gastos, puesto que, a los regulares costos de transporte, alquiler, servicios, salarios, etc., hemos tenido que sumar erogaciones extraordinarias destinadas principalmente a la compra de alimentos e insumos de higiene/limpieza personal e institucional. Detrás de cada número expuesto hay una persona con sus padecimientos, hay una cara, un organismo, una subjetividad, un cuerpo que requiere atención y asistencia adecuadas.
Igualmente sucede con les trabajadores, que a esta altura está más que claro que se encuentran comprometides con la problemática y sustentan en ese compromiso sus intervenciones, ya que las instituciones hemos visto menguados nuestros ingresos para cubrir las remuneraciones y en numerosos casos no hemos podido abonarlas en tiempo y forma.
Esto conlleva a la precarización de la atención, condición a la que nos negamos porque entendemos que frente a la precarización de la vida en general, si hay algo que debemos contraponer es la eficacia, integralidad y consistencia de las políticas públicas, con un plus cuando se trata de poblaciones gravemente vulneradas en sus condiciones de vida.
Predominancia del discurso médico hegemónico
Nos preocupa sobremanera que en el marco de la pandemia predomine el discurso médico hegemónico, atendiendo casi exclusivamente la problemática epidemiológica y sanitaria, y se invisibilice y/o se desatienda la dimensión subjetiva, lo que constituye un serio retroceso clínico/político desde la perspectiva conceptual planteada por el art. 3 de la ley 26.657.
Muy poco se ha dicho oficialmente sobre los lineamientos diseñados para intervenir en tan esencial área, cuando resulta insoslayable que la salud mental de la población con la cual trabajamos se ha visto sensiblemente afectada, debido a la mayor vulnerabilidad que presentan nuestres usuaries, quienes han sufrido una restricción de los circuitos habituales de circulación y atención, al tiempo que, para peor, en numerosas ocasiones han sido víctimas de la violencia institucional desplegada por el estado a través de las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales.
La situación de APRECOD
En este sentido, la situación relativa a la provincia de Santa Fe, y particularmente a APRECOD, es de extrema gravedad, puesto que da cuenta de la escasa relevancia otorgada a las problemáticas de consumo y a los dispositivos de asistencia en el actual contexto de pandemia durante los primeros 5 meses de gestión.-
En este marco, sin bien saludamos la reciente designación al frente del organismo de referentes de organizaciones con trabajo en el campo, con quienes hemos iniciado un espacio de diálogo y se han comprometido a trabajar con las organizaciones. Para quienes suscribimos el presente documento nos resulta insoslayable señalar que el estado provincial no cuenta aún hoy con el diseño de una política específica para el campo de las problemáticas de consumo en el actual contexto, como así tampoco una instancia institucional que canalice y articule las demandas de les ciudadanos usuaries.
A raíz de ello, resulta muy gravoso para nuestros dispositivos que no se hayan cancelado las deudas vencidas por los convenios firmados durante el año 2019, y en algún punto insatisfactorio que la propuesta realizada con relación a los nuevos convenios de trabajo se haya planteado en el sentido de una renovación por seis meses con un monto acordado en el año 2019 en el marco de un proceso inflacionario de más del 50%. En pocas palabras, la APRECOD se encuentra en deuda con las organizaciones que venimos poniéndole el cuerpo a la problemática del consumo en la provincia.
Por ello, planteamos la necesidad de que, acompañado a la cancelación de las deudas y a la renovación de los convenios, se gestione un subsidio extraordinario por única vez para cada dispositivo que contribuya a amortiguar los efectos económicos y financieros negativos que estamos atravesando.
Atento el actual estado de cosas, esperamos que la designación de las nuevas autoridades del área nos permita no solo poder abordar las problemáticas subjetivas atravesadas por consumos problemáticos en el actual contexto, sino que además agilice la impostergable necesidad de problematizar el rediseño de los dispositivos de asistencia a la luz de los efectos del A.S.P.O. puesto que entendemos que la APRECOD debe constituirse a estos efectos en la instancia político/institucional responsable de articular intersectorialmente (Salud/Cultura/trabajo/Desarrollo Social) al interior del estado las políticas públicas para el abordaje de las problemáticas asociadas al consumo.
Políticas públicas. Salud mental y consumos problemáticos. La cuestión presupuestaria.
Todo lo expuesto, manifiesta con claridad que la salud mental, en general, y los consumos problemáticos, en particular, como un aspecto de ella, no cuentan con la debida consideración, y es el dato más alarmante que encontramos en el análisis de la actual coyuntura. Es nuestra intención hacer visible esta problemática, que muchas veces se expresa en una de sus facetas, como campo de políticas securitarias y represivas, y oculta el rostro más importante, que es el de los padecimientos de aquellas personas que por diversas razones vinculadas a sus historias de vida, experimentan un compromiso con el consumo que hace que requieran atención y asistencia. Es por todo ello que demandamos la elaboración, diseño e implementación de políticas públicas integrales, participativas y articuladas, que tengan a las organizaciones como protagonistas tanto en la etapa creativa como en la ejecutiva.
Asimismo, reclamamos que el estado provincial priorice en sus presupuestos esta problemática, que la gestión entienda las dimensiones del fenómeno, que no lo relativice ni subestime tampoco el esfuerzo, la dedicación, el compromiso, la seriedad y el profesionalismo que las organizaciones ponemos en juego todos los días para transformar la realidad de una población muy golpeada, invisibilizada e históricamente menospreciada, como es la de les usuaries de salud mental"
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