“Lo que más duele es que salgan a decir que hicimos algo ilegal y clandestino”

La celebración de un casamiento en pleno centro de la ciudad sigue generando polémica, ya que los organizadores no están de acuerdo con que se haya tratado de una “fiesta clandestina”.

“El viernes nosotros realizamos una escena el viernes a la noche cumpliendo todos los protocolos de distanciamiento social con el 30% de la capacidad del local y se tomándole los datos a toda la gente que participó de esa cena”, explicó Luciano Cadoche, dueño del comedor y la bodega que concesiona el Hotel.

“Teóricamente la Municipalidad, a través del Centro de Monitoreo y Control ven una afluencia poco habitual de concurrencia de gente”, relató sobre lo sucedido esa noche.

Luego reconoció que “eran 60 personas en el comedor, la capacidad habilitada por las dimensiones del salón”.

En determinado momento Cadoche admite que “concurre la policía de la provincia, le comentamos lo que estaba pasando y le dan intervención a la fiscal de turno. Pero la fiscal de turno permite que se continúe con la cena porque no estábamos infringiendo ninguna ley”.

Sin embargo luego, “por intervención de la Policía de la Seccional Primera con inspectores municipales, procedieron a clausurar el lugar”, lo que para el propietario resulta “raro”.

“Lo que más duele es que salgan a decir que hicimos algo ilegal y clandestino”, concluyó el concesionario del comedor, que junto a sus abogados tenía previsto asistir a la Municipalidad para hacer su descargo por la clausura.

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