Murió Micaela Bravo, la mujer de 27 años que estuvo once días internada en gravísimo estado en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, tras el ataque con sello narco en donde asesinaron a balazos a su pareja Marcos Caminos (28) y a su bebé Ciro de apenas un año, el pasado sábado 23 de abril en Colombia al 1300 Bis.
Micaela Bravo había sido gravemente herida en el doble crimen de barrio Larrea. Permanecía “inestable y con un cuadro reservado”, según informaron desde la dirección del Hospital Eva Perón.
Aquel sábado a la tardecita, Micaela y su bebé Ciro fueron trasladados malheridos en un auto particular desde el lugar en donde se produjo el criminal ataque narco hasta la guardia del hospital de Baigorria. El pequeño ingresó sin signos vitales y confirmaron su fallecimiento a raíz de las heridas por arma de fuego.
La madre de 27 años logró resistir y presentaba impactos de bala en tráquea, pecho y hombro. “Ingresó por guardia y fue derivada de urgencia al quirófano, como consecuencia de múltiples heridas de arma de fuego en cuello y tórax”, informó Marcos Diez, director del Hospital Eva Perón.
Micaela tenía graves heridas. “Lesión cervical con probable compromiso medular y lesión pulmonar. Tuvimos que colocarla en asistencia respiratoria mecánica”, advirtió Diez.
Marcos Máximo Caminos fue asesinado de 15 disparos en el interior de su Audi A4 frente a su casa de Colombia 1320 Bis. El cuarto integrante de la familia, un niño de 6 años, salió corriendo en medio de la ráfaga de disparos, se refugió en casa de su abuela y sobrevivió al brutal ataque en el que murieron su padre, su hermanito y ahora su madre.
La fiscal Georgina Pairola, de la Unidad de Homicidios Dolosos, recibió autorización para allanar el domicilio de Colombia 1320 Bis, en dónde vivía la familia acribillada. Allí secuestraron escopetas, pistola, municiones de distintos calibres, envoltorios con cocaína listos para su comercialización y ocho ladrillos de cocaína, precisaron fuentes policiales.
En el Audi A4, los pesquisas de la Agencia de Investigación Criminal constataron que presentaba 38 impactos. La misma cantidad de vainas servidas recogidas en la escena del ahora triple crimen. Testigos afirmaron haber visto una camioneta Ford Ranger de color blanca, de la cual descendieron cuatro atacantes y abrieron fuego contra la familia.
Minutos después del ataque en barrio Larrea, la camioneta apareció incendiada en Génova y Cullen, sin rastros de los señalados sicarios que asesinaron a tres de los cuatro integrantes de la familia. La fiscal Pairola solicitó relevamiento de cámaras de videovigilancia en Colombia al 1300 Bis como en el lugar en donde prendieron fuego la pick up.
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