El miércoles al mediodía, estudiantes de 15 años de la escuela Avellaneda, que estaban por ingresar a clases, fueron asaltados por un hombre que se bajó de su auto, sacó un arma del baúl, los golpeó y les robó en las inmediaciones de Regis Martínez y Vélez Sarsfield.
Marcela, mamá de uno de los dos estudiantes atacados, en dialogo con Sol Play, contó con detalles cómo sucedió todo: “Estaba en la canchita de fútbol, a una cuadra y media de la escuela Avellaneda. Estaba con un grupo de compañeros. En eso, un auto, un Palio blanco, para por Regis Martínez. Un muchacho, de unos 30 años, un metro ochenta, más o menos, morocho, baja del auto, va al baúl, saca algo como una escopeta recortada, de fabricación casera, con un caño. Viene y le pega a una compañera de él, que estaba apoyada en un arbolito ahí. Le saca el teléfono. A mi hijo le apunta y le dice que le dé el teléfono o le va a disparar. Mi hijo le da el teléfono. El ladrón vuelve al auto, donde había una señorita rubia, de pelo largo, que se tapaba la cara para que no la vieran, y se va del lugar“.
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La madre explicó que, inmediatamente después de sucedido el hecho, los chicos corren a advertirles a los policías sobre lo sucedido, pero los oficiales “no les creyeron”.
Por este motivo, deciden ir hacia la escuela para pedir ayuda: “El director llama al 911 y vienen de la comisaría quinta. Llega un patrullero con tres oficiales, toman la denuncia y llaman a la mamá de la chica. También me llaman a mí, y yo me vengo volando para la escuela”. Según indicó Marcela, la joven golpeada “quedó con la boca hinchada y le tuvieron que poner hielo”.
Después del incidente, llamaron a las madres de los chicos para avisarles lo que había pasado. A Marcela le informaron que su hijo había salido de la escuela por su cuenta, caminando sin rumbo fijo y visiblemente afectado: “Cuando llego, lo encuentro caminando solo por el medio de la calle, con las zapatillas en la mano y la mochila, en un estado terrible. Al verlo, me mira y me pongo a llorar”.
“Esta mañana, vine a la escuela a pedir explicaciones de por qué lo dejaron solo. Es un chico de 15 años, después de haber sido asaltado. Nadie sabe qué pasó ni quién lo dejó ir”, agregó la madre del joven.
Marcela también expresó su malestar al referirse a la falta de comunicación sobre los hechos de inseguridad que ocurren en la zona: “Creo que se tapa todo. Salió a la luz el caso de unas chicas que, a media cuadra, las chocaron con una moto para robarles. Y después, las cosas pequeñas que pasan se esconden, no salen. Los padres no nos enteramos”, comentó.
Por último advirtió: “Esto es la crónica de una muerte anunciada. Algún día, un pibe no querrá entregar el teléfono porque sabe que sus papás no podrán comprarle otro, y le van a disparar“.
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