Harris Wolobah, de 14 años, falleció luego de hacer el “One Chip Challenge”, un peligroso desafío que consiste en comer un “chip Paqui” -considerado el “más picante del mundo”- y aguantar el máximo tiempo posible, sin tomar agua o ningún tipo de bebida.
Para ponerse a prueba según el peligroso desafío, el menor aceptó comer el chip, a pesar de ser extremadamente picante. En un primer momento, no hubo señales de que le haría mal, pero, después de un rato, comenzó a quejarse de un fuerte dolor estomacal.
El nene ingirió el producto mientras estaba en clase con un amigo en una escuela de la localidad de Worcester, Massachusetts, EEUU.
Cuando llegó a su casa, todo empeoró: su hermano lo encontró desmayado, por lo que los padres lo llevaron rápidamente al hospital, donde murió.
La familia del niño denunció públicamente que él había muerto por el chip de Paqui, a pesar de que la autopsia aún no determinó cuáles fueron las causas de su muerte.
Desde la empresa ya anunciaron que retirará aquel producto del mercado.
A través de las redes sociales, Tashia Roberts, prima del fallecido, armó una colecta en “GoFundMe”, con el objetivo de buscar justicia. “El dolor que nuestra familia está experimentando es inimaginable. Harris era una luz que se prendía en la habitación con su presencia y encanto sutil”, dijo.
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