La Empresa Provincial de la Energía (EPE) dio a conocer los resultados de la auditoría realizada en los primeros meses de la administración de Maximiliano Pullaro. Los datos, comparativos entre los períodos 2020-2023 y 2015-2019, pintan un panorama desalentador: un pasivo de $30.000 millones, un 31% menos de inversión en bienes de capital, cortes más prolongados y una pérdida mensual millonaria por fraude o robo de energía.
"No estamos acá para aceptar lo que está mal y mirar para otro lado. Nosotros queremos transformar la EPE, y vamos a dejar todo para lograr una empresa eficiente, transparente, moderna", expresó el presidente de la EPE, Hugo Marcucci, al presentar el informe.
El déficit de $30.000 millones se atribuye a la decisión de mantener congeladas las tarifas durante el período auditado. "No hay posibilidad de sustentar una empresa sin tarifas racionales, sin tarifas que representen los costos para la inversión, y que represente una garantía para que se pueda invertir", señaló Marcucci.
En cuanto a la inversión en bienes de capital, la auditoría reveló una caída del 31% entre 2020 y 2023. Esto se traduce en un menor mantenimiento de la infraestructura y una red más vulnerable a fallas.
Los cortes de energía también presentan un panorama negativo. La auditoría determinó que, en promedio, duraban un 23% más de tiempo que en el período 2015-2019.
Otro dato preocupante es la pérdida mensual de $4.200 millones por fraude o robo de energía. Esta cifra representa un 7,32% de la energía operada por la EPE.
La auditoría también detectó otras irregularidades, como 869 expedientes de factibilidades sin resolver en toda la provincia por un total de $85.000 millones. De estos expedientes, 200 corresponden a edificios en Rosario y representan un monto de $25.500 millones.
Además, la EPE tiene un 27% de clientes morosos o incobrables, lo que equivale a un monto de $53.000 millones solo en 2023.
Por último, la auditoría reveló que la gestión anterior otorgaba planes a grandes usuarios con tasas de interés marcadamente negativas. "En el 2023, teníamos una tasa del 30% cuando la inflación corría al 211%. Eso también es una herencia que tenemos", reconoció Marcucci.
"Se llegó hasta aquí por una gestión sin objetivos, sin búsqueda de eficiencia, generando condiciones de laxitud e irresponsabilidad, mala administración, lo que afecta al funcionamiento de la EPE y a los usuarios, y estos números respaldan lo que decimos", sentenció Marcucci.
El panorama es desalentador, pero las nuevas autoridades de la EPE se han comprometido a transformar la empresa. "Vamos a trabajar para recuperar la confianza de los usuarios y brindar un servicio de calidad", aseguró Marcucci.
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