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"Darrás tomó conciencia de que la faceta de dirigente futbolístico llegó a su fin"
En la tarde de este jueves, Horacio Darrás, vicepresidente de Colón, fue condenado a dos años y medio de prisión que no se hará efectiva. A través de un juicio abreviado, acordó el pago de 700 mil pesos a cambio de su libertad. Aunque no podrá ni ser dirigente ni asistir a espectáculos deportivos por cinco años.
Su abogado, Néstor Oroño, dialogó con Buen Santa Fe. "Aceptamos una pena de prisión e inhabilitación que nos asegura que una prisión no efectiva y la inmediata libertad del imputado que es un detalle no menor para una persona de 66 años con actividades empresariales. El que toma la decisión final es el imputado: brindó el consentimiento".
Además, detalló que "los hechos que se le imputaron el miércoles son favorecer el funcionamiento de este tipo de grupos, que se los conoce como barrabravas, y encubrimiento: haber conocido los delitos que realizaba este grupo y haber realizado algún tipo de ayuda. Estos dos fueron los hechos por los que se les formó causa y quedaron reconocidos en este juicio abreviado".
Oroño con firmó que a Darrás "no se le imputó" haber alentado el apriete de la barra brava al plantel, sino que "se le imputó el haber sugerido al mánager, Mario Sciacqua, declarar de cierta manera: no está dentro de los hechos atribuidos a Darrás haber alentado a realizar cierto tipo de actividades como amedrentar, amenazar o apretar al plantel".
Respecto al futuro de Darrás, el magistrado dijo que el ex vicepresidente "asumió que su etapa dirigencial terminó. La condena forma parte de la inhabilitación para ejercer cargos en comisiones directivas de entidades deportivas: él ya lo tenía asumido y va a formalizar su renuncia. No quería causar daños mayores a la institución de la cual es hincha. Se termina la causa para Darrás, pero tiene otro canal referido a los integrantes de estas agrupaciones denominadas barras bravas".
En este sentido, apuntó que "el fenómeno barras bravas afecta a todo el fútbol, trasciende el ámbito del fútbol: no es solo de Colón. Es grave. Si no hay políticas de estado, coordinadas, va a ser muy difícil que las instituciones en soledad puedan contrarrestar este fenómeno. Debemos tomarlo como un mensaje para todo el mundo del fútbol".
"Horacio es una persona con un muy buen carácter. Soportó con mucha entereza esta gestión, no hubo recriminaciones: asumió lo que le tocó con mucha entereza. Además, tomando conciencia que una faceta que tanto lo apasionaba que es la dirigencia futbolística, llegó a su fin", cerró.