Lavallén no le encuentra la vuelta y la paciencia de los hinchas se agota

Apenas se jugaron 90 minutos de esta Superliga, eso es verdad, pero la carga viene de arrastre. Aquel 28 de enero de 2019 ya quedó lejos en el tiempo. ¿Qué tiene en particular esa fecha? Es la última vez que Colón ganó como local en torneos de Superliga. Comesaña era el técnico. Fue el comienzo de ese ciclo que terminó de la peor manera.

Es verdad que Colón avanza en Copa Sudamericana y eso ayuda a maquillar la realidad, a estimular al hincha y permite soñar. Pero también es verdad que el equipo, no muestra nada. Y viene de arrastre. Por eso el enojo del simpatizante. Este sábado, el propio Pablo Lavallén dijo sentirse asombrado por el bajo nivel. No entiende cómo se pudo bajar tanto la performance después de lo hecho frente a Argentinos el jueves pasado en La Paternal.

En los 90 minutos frente a Patronato, Colón fue superado claramente cuando estuvieron 11 contra 11. Enfrente tuvo un equipo ordenado, que sabía a qué jugaba, aún cuando 8 de los titulares son nuevos, es decir, se están conociendo. Y después, cuando el Sabalero tuvo la ventaja de un hombre más en campo, no apareció ninguna idea como para merecer el empate.

Los hinchas se fueron con un sabor muy amargo. Lo demostraron durante el partido y mucho más, al final. El DT sabe que hoy está en un laberinto y que si bien en la semana se encargó de manifestar que "adentro está todo bien", conoce perfectamente las reglas del juego. Esas máximas no escritas sostienen que en el fútbol mandan los resultados. Para jugar las próximas instancias de Copa Sudamericana faltan algunas semanas. Antes, tendrá que enfrentar a Huracán, en condición de visitante, y ahí el equipo deberá demostrar que hubo trabajo al menos, pero evitar males mayores.