Pausa Activa: Pequeños movimientos para mejorar el rendimiento diario

El Profesor Roque Ríos define las pausas activas como momentos breves de movimiento y estiramiento realizados durante la jornada laboral, especialmente en trabajos de oficina o tareas que requieren pasar muchas horas sentado.
Según explica, estas pausas son fundamentales porque contrarrestan los efectos negativos de la inactividad prolongada, que puede generar molestias musculares, tensión cervical, cansancio visual y mejorar la salud mental.
Una pausa activa bien realizada permite reactivar la musculatura, mejorar la postura, oxigenar el cuerpo y recuperar energía, lo que se traduce en bienestar físico y mayor productividad.
Ríos recomienda incorporar una pausa activa cada 2 horas, especialmente en personas que trabajan frente a la computadora o permanecen mucho tiempo sentadas.
El dato es contundente: quienes pasan más de 8 horas diarias sin moverse tienen mayor riesgo de contracturas, fatiga visual, estrés y reducción del rendimiento laboral. Interrumpir la inactividad con pequeñas dosis de movimiento cambia por completo el impacto fisiológico del día.
En total, con 2 a 5 minutos alcanza para que el cuerpo experimente alivio y el cerebro vuelva a concentrarse.
Por eso, las pausas activas no solo previenen dolores físicos: mejoran el bienestar integral.